Ensayo en Navarra de cara al Giro
El Movistar recurre a la tecnología de la Fórmula 1
Veinte ciclistas, en dos grupos de diez, rodaron cerca de dos horas por el asfalto del Circuito de Velocidad de Los Arcos, para ajustar las piezas en la contrarreloj por equipos.
En el ciclismo las nuevas tecnologías viajan a la velocidad de los bólidos de Fórmula 1. El método del Mundial de automovilismo ha llegado también a las bicicletas. El Movistar, pionero en la exploración de nuevos sistemas para arañar segundos al crono, completa estos días una miniconcentración en la localidad navarra de Estella.
Veinte ciclistas, divididos en dos grupos de diez, rodaron cerca de dos horas por el asfalto del Circuito de Velocidad de Los Arcos, para ajustar las piezas en la contrarreloj por equipos. "Es una especialidad cada vez más habitual en las grandes carreras. La tendremos en el Giro, Vuelta y Tour. Y hay pocas oportunidades para entrenarla, así que aprovechamos las características del circuito para pulir algunos aspectos", exponía ayer el responsable del equipo, Eusebio Unzué.
El navarro Mikel Zabala se ha encargado de afinar los aspectos aerodinámicos de los ciclistas. El velódromo de Tafalla ha dejado paso este año a un circuito de coches y motos, sobre el que ya trabajó el Movistar en 2011. El trazado, muy revirado y con viento, da más oportunidades para ensayar diferentes técnicas de relevos, corregir cosas y ver lo perjudicial que puede ser entrar mal en una curva.
Análisis. La anchura del asfalto permite seguir de cerca, sobre el coche, a los ciclistas y un sistema de grabación en la pista cerrada sirve para ver luego plano a plano todas las evoluciones del grupo. "Esto no es como la contrarreloj individual, hay que sincronizar a los chavales", proseguía Unzué. Visconti, Szmyd, Capecchi, Rojas y Ventoso son los únicos ausentes. A la formación azul se le suele dar bien la crono por equipos: la ganó en la etapa inaugural de la Vuelta del año pasado, fue sexta en el Mundial y acabó segunda en la reciente Tirreno Adriático.
Valverde se incorporó al grupo tras reconocer sobre la bici las dos etapas pirenaicas del próximo Tour. "La caída de la Volta está olvidada", constató mientras se ajustaba el casco. A su lado, los ojos de Intxausti brillaban. Se ha cuidado más que nunca y está muy fino tras sudar con el calor del sur y escapar del infortunio que le ha perseguido últimamente. "Tengo mucha ilusión en la Vuelta al País Vasco. Es la carrera de casa y siempre me ha gustado. Pienso en el podio y voy a por él con todas mis fuerzas".