Al móvil, la tablet o el portátil le confiamos todo: fotos con la familia, fotos privadas, lo que vemos y consumimos en Internet, extractos y accesos bancarios, cuentas de correo, etc. Hoy en día toda nuestra vida digital está en estos aparatos. Esos aparatos que a lo mejor se les ha ido la batería, se nos ha olvidado coger o no terminan de funcionar en un momento dado, y nos pillan justo necesitando ver, usar o consultar algo. ¿La solución? Pedirle por ejemplo el móvil a un amigo, o hacerlo en el PC de su casa. Pero si se trata de una consulta que requiera introducir una contraseña o meter datos privados, la duda surge, ¿nos fiamos tanto de ese amigo o de la seguridad de su dispositivo para hacerlo?
Consultar el móvil de un amigo
En ocasiones, podemos esperar y volver a casa, otras no. Para lo segundo, la OSI, la Oficina de Seguridad del Internauta perteneciente al Instituto Nacional de Ciberseguridad de España, nos da una serie de consejos para evitar tanto sorpresas como riesgos innecesarios: