Toboganes acuáticos reales y gafas VR: la nueva atracción estrella del verano
Así es tirarse por el primer tobogán de agua real que usa gafas VR para mejorar la experiencia.
Ahora que estamos en pleno verano -aunque nadie lo diría teniendo en cuenta las temperaturas-, apetece agua, remojarnos en agua fría para mitigar la calor. Y un parque acuático es de esos lugares que tienen lo que pedimos para un día de desconexión: Piscinas, comida, diversión y un millón de formas diferentes de hacer que nos tiremos al agua. Toboganes, hablamos de los toboganes acuáticos y de la sensación de tirarse sobre un flotador a través de una corriente de agua a toda velocidad. ¿Se puede mejorar esa experiencia? Pues sí, se puede gracias a la tecnología.
Toboganes acuáticos reales y gafas VR
Imagina tirarte por un tobogán con unas gafas de Realidad Virtual puestas… Exacto, suena a imposible e incompatible. La VR requiere de componentes electrónicos y equipo sensible a los golpes; los toboganes de agua suponen deslizarse en un espacio cerrado con agua -¿hay algo menos compatible que el agua y la electricidad?-. La cosa no encaja… Pero en un parque acuático han conseguido que sí, y el resultado es la vieja sensación de ir a toda leche sobre el agua potenciada por las gafas VR y lo que estas nos muestran, que no es el típico tobogán.
El parque acuático y complejo Spa Galaxy Erding en Alemania se ha sacado un buen truco de la manga para esta temporada veraniega con el VRSlide, una atracción que según ellos es el “primer tobogán acuático de Realidad Virtual“. Y es que no se trata de sustituir el acto físico de tirarse por el tobogán, sino potenciarlo. Y para ello el VRSlide usa un headset VR personalizado que puede sumergirse en el agua unos metros. Dentro hay un móvil Samsung Galaxy S8 que reproduce un software propio creado por Galaxy Erding y programado en el motor gráfico Unity.
Deslizarte por el espacio o la nieve
La gracia está en que los sensores del móvil y del headset son capaces de saber en qué parte del tobogán está el usuario que lleva las gafas en todo momento, y por tanto mostrarle un recorrido virtual que sigue el mismo trazado del tobogán para simultanear mejor lo que se está viendo con el lugar por el que se está deslizando. Y además, los headsets se recargan de manera inalámbrica, lo que ahorra tiempo y permite que no haya colas enormes en el VRSlide.
No cabe duda de que la idea es genial y llena de posibilidades, aunque quizás la pega estriba en que el recorrido virtual que muestran las gafas no es demasiado espectacular -esos gráficos 3D de los años 90 no son precisamente fotorrealistas. No pasa lo mismo con Submerged, el próximo proyecto de Ballast, que sobre el papel pinta increíble: estar buceando de verdad en un enorme tanque de agua y ver gracias a la VR que estamos en mitad del océano, con ballenas y barcos hundidos que explorar a nuestro alrededor.