El casco Edge convierte tu móvil en un retrovisor para ciclistas
Te contamos cómo es el casco que ayuda a los ciclistas a mirar quién o qué tiene a su espalda.
Los ciclistas son los usuarios de la calzada que junto a los motociclistas son más vulnerables. Sin embargo, a diferencia de vehículo de dos ruedas a motor, el cuerpo es más pequeño y el conductor no tiene tantas facilidades para circular. Es verdad que algunos colocan luces y algún retrovisor a su bicicleta para estar atentos a lo que tienen a los laterales, pero echar un vistazo a la espalda es todo un peligro. Para evitar una situación peligrosa se puede contar con las cámaras del casco Edge.
Convierte tu móvil en un retrovisor para tu bicicleta
Nadie sale de casa sin el móvil, y mucho menos para hacer ejercicio. En él llevas todas las aplicaciones que necesitas para controlar todo lo que hacer y, por si fuera poco, las de música para motivarte en tu entrenamiento. Pero en el caso de los ciclistas no se lleva también para recepcionar llamadas, también puedes convertirlo en un espejo para saber qué tienes detrás.
Esta es en esencia la función del casco Edge. Tanto si sales en bici como si no sabes lo importante que son los elementos de seguridad cuando circulas por la carretera. En el caso de los ciclistas es obligatorio el uso de un casco, imprescindible para evitar daños graves en la cabeza en caso de alcance o caída. Este en concreto añade una función más a su factor de protección: retransmisión en video de lo que tiene el ciclista a sus espaldas.
En la parte frontal y trasera monta dos cámaras Full HD capaces de grabar video a 30 fps. Sus lentes tienen un ángulo de 160º tanto por delante como por detrás, dejando un espacio muy breve de ángulo ciego. Como tiene capacidad de grabación, necesitarás dos tarjetas de memoria (una para cada lente) de unos 32 GB que ya vienen incorporadas en el casco.
Cuenta también con conexiones WiFi y Bluetooth para vincularlo al teléfono, desde el que se puede ver una imagen en tiempo real de todo lo que acontece a espaldas del ciclista. De esa forma no es necesario perder de vista el frente en un movimiento brusco, todo se reduce a una pequeña mirada al teléfono siempre que esté anclado al manillar. Para alimentar todo el aparato necesita una batería, la cual tiene una capacidad de 3.200 mAh que se carga vía Micro-USB. Hacerte con el tuyo te costará unos 270 euros al cambio y lo puedes encontrar en su página de Kickstarter.