Así fue la competición de robots esquiadores en Pyeongchang
Te mostramos cómo se desarrolló la carrera de robots esquiadores de los Juegos Olímpicos de Invierno.
La tecnología cada vez está más presente en el mundo del deporte. No lo decimos ya solo por sistemas tipo VAR o dispositivos aplicados al control del juego, sino por disciplinas deportivas que ahora son ejercidas por robots. Ya hemos visto carreras de drones, partidos de fútbol de robots y ahora, tal y como anunciábamos días atrás, la primera competición de esquí de robots que ha tenido lugar en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno.
El primer evento de este tipo tuvo lugar en Corea del Sur el lunes en un resort cerca de Pyeongchang, la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno que se están celebrando este mes.
Durante la competición ocho robots humanoides construidos por firmas tecnológicas locales y universidades se enfrentaron en un concurso en el que cada competidor tenía una carrera de eslalon de 80 metros. La empinada carrera de esquí exigía maniobras de precisión en zigzag, aunque lamentablemente la mayoría de los robots acabaron antes en el suelo que en la meta, como puedes ver el siguiente vídeo.
Una competición accidentada
A pesar de la cantidad de sensores con los que estaban equipados estos robots esquiadores, la primera competición de esquí de este tipo de inventos no ha sido de lo más espectacular. Aparentemente los robots tenían la capacidad de hacer giros y controlar su propia velocidad de forma autónoma, pero la mayoría terminaron esquiando directamente contra los obstáculos o directamente se cayeron nada más iniciar el descenso.
La mayoría de equipos que se han encargado de participar en este evento aseguran que la culpa del mal resultado obtenido por sus robots se encuentra en la climatología adversa que se sufrió durante la carrera. Al parecer las bajas temperaturas acabaron causando estragos a los ordenadores incrustados a bordo de los robots, según el Korea Herald.
El robot ganador, construido por Mini Robot Corp. de Yeonsu, mide 125 centímetros y pesa 43 kg. El líder del equipo, Sam Kim, dijo que la velocidad de reacción es clave para los robots de esquí, ya que cada uno tiene que "procesar rápidamente los datos de visión que recibe y ajustar sus movimientos motores lo suficientemente rápido como para dar un giro”.
Lamentablemente la mayoría de los robots participantes no lo hicieron, dando lugar al cómico resultado que se observa en el vídeo que ilustra estas líneas.