¿Cuánto cuesta espiarnos por el móvil y saber dónde estamos?
Por mil dólares cualquiera puede espiar a cualquier persona del mundo que use un smartphone.
Sentirse seguros cuando nos conectamos a Internet es básicamente una falacia. No existe la privacidad online como tal, es un mito, a no ser que acudamos a una agencia de seguridad o a un hacker y que nos borre por completo de Internet: cuentas, correos, fotos, redes, TODO. Y es que, para que os hagáis una idea, que cualquier persona del mundo quiera encontrarnos y saber dónde estamos vale sólo mil dólares, menos de mil euros.
Vendidos por la Publicidad
Un estudio de investigación llevado a cabo por la Universidad de Washington pone de manifiesto que solamente hace falta esa cantidad de dinero para que alguien pueda saber todo tipo de detalles sobre nosotros, desde las apps que usamos hasta la posición exacta en la que nos encontramos. Y sin tener que ser hackers ni tener un conocimiento profundo de la Tecnología. Simplemente a través de la Publicidad.
Cuando estás navegando por la Red viendo libros, ropa o lo que sea, y al terminar la sesión te saltan anuncios personalizados con esos mismos productos no es por casualidad. La recogida de datos de navegación de miles de millones de usuarios por agencias de publicidad online son una constante en el día a día de la Red. Y se trata de datos que están a la venta. Cualquiera puede acudir a una compañía de estas y comprar anuncios online que usar para seguir a una persona y saber cosas de ella.
Hyperlocal Ads
El concepto de información hiperlocal o hiperlocalismo se refiere a “la información que se produce a través de internet, orientada en torno a una región, barrio, distrito o comunidad geográficamente bien definida”. Y la publicidad o anuncios hiperlocales están centrados en llegar a un tipo de clientes y zonas cercanas. Por ejemplo, si tenemos una tienda de ropa o una hamburguesería, y queremos atraer público, una compañía de publicidad online puede vendernos anuncios que se centrarán en zonas y hasta vecindarios específicos cercanos al negocio, usando los datos de navegación recogidos en la Red. Son anuncios que van directos al grupo local al que quieres dirigirte. Y precisamente esta exactitud es la que permitiría a una persona rastrear a otra.
Según el estudio, un comprador de publicidad puede “en determinadas circunstancias” ser capaz de ver cuándo una persona en específico visita una zona de la ciudad en la que vive. De hecho puede incluso llegar 10 minutos antes que esa persona espiada y rastrear sus movimientos a través de la ciudad durante toda una mañana, simplemente usando los anuncios hiperlocales que dicha persona está recibiendo durante todo el día en su smartphone. De hecho hasta puede enterarse de las apps que el sujeto usa en cada momento.
Desde espías a maridos celosos
El estudio de la Universidad ha demostrado -y se han sorprendido con los resultados- lo fácil y preciso de esta práctica. De hecho en este mapa que veis aquí se muestra el itinerario completo de un sujeto de prueba y cómo visitó una cafetería, se montó en el bus y llegó a su oficina. Todo su itinerario visto en el PC de pruebas de la Universidad tras comprar unos cuantos anuncios Hyperlocal. Desde un espía de un gobierno extranjero hasta un marido celoso de su esposa o un detective en un caso de divorcio, cualquiera, cualquiera en el mundo puede rastrear a otra persona a través de su móvil. Y eso sí que da miedo, la verdad.