CARRETERA INTELIGENTE
Halo, la carretera del futuro que recarga los coches eléctricos en marcha
La compañía Qualcomm está detrás de la tecnología. Adiós gasolineras.
En un mundo cada vez más ecológicamente arrasado y en el que la Tecnología ha abierto nuevas vías energéticas, los combustibles fósiles parece claro que acabarán desapareciendo en pos de otras opciones menos contaminantes. Y es que una de las mayores huellas del ser humano en la Tierra son las carreteras asfaltadas, cientos de miles de kilómetros pavimentados para que circulen millones de coches por ellas. Pero en la época actual que vivimos, o hay gasolineras cada cierto número de kilómetros, o nada.
Halo, la carretera del futuro que recarga coches
Con el tema del combustible fósil agotándose, y la industria del automovilismo apostando cada vez más por los coches eléctricos, el inconveniente con estos es que necesitan estaciones de recarga. Una alternativa ahora mismo son los híbridos (que requieren también de usar gasolina), y se estudia también la idea de paneles solares en el vehículo, pero ninguna tan útil como la de la compañía Qualcomm, muy conocida en la industria de la telefonía móvil por sus procesadores para smartphones, que ha creado una carretera capaz de suministrar energía al coche, de recargarlo, mientras está en marcha incluso en mitad de una autopista y yendo a gran velocidad.
Llamada Halo -igual que el juego, pero sin que aparezca el Jefe Maestro-, esta carretera de recarga inductiva es capaz de proveer a los coches que circulan sobre ella con una energía de 20 kW mientras están en marcha, para reducir así el número de paradas en caso de tener que cargar la batería del vehículo en un puesto. Su instalación no es tampoco un proceso complicado, sino que ahora mismo se trata de colocarlas en el centro de una carretera unidireccional por secciones, cada una con su propio alimentador energético capaz de ir cargando dos coches simultáneamente.
Ahorro energético y monetario
Disponer de unas carreteras así significaría que los coches eléctricos podrían montar baterías más pequeñas, con lo que su tamaño disminuiría y con ello el coste del vehículo y de su proceso de fabricación. Qualcomm, tras inventar esta forma de cargar coches, está licenciando su creación para que otras compañías puedan aprovechar la tecnología y llevarla a cabo, lo que sería un paso más en un mundo futuro de energías renovables y vehículos que no nos costará dinero ‘llenar su depósito’.