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Betech (temporal)
Ciencia y tecnología

SENSOR ANTI GLUTEN

Nima sensor, el detector de gluten que analiza tu comida en tiempo real

Si eres celíaco/a o conoces a alguien, atención a este gadget.

Nima sensor, el detector de gluten que analiza tu comida en tiempo real

El gluten es una proteína que se encuentra en la semilla de cereales como trigo, cebada, centeno y derivados y posiblemente avena. El gluten carece de valor nutricional pero tiene un alto valor tecnológico. Es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, confiriendo la consistencia esponjosa de panes y masas horneados, pero también de trastornos como la enfermedad celiaca, la dematitis herpetiforme o la ataxia por gluten. Llevar una dieta alimenticia que no incluya gluten es absolutamente necesario, pero es algo complicado si comemos fuera de casa.

Nima sensor, el detector de gluten

En bares y restaurantes, incluso en tiendas de alimentación, hay menús y alimentos sin gluten. Pero para estar seguros que no nos van a dar gato por liebre con la excusa, aquí tenemos el gadget llamado Nima Sensor, una especie de ‘laboratorio de bolsillo’ que analiza en tiempo real si la comida que vamos a ingerir lleva o no gluten. Tan sólo hay que poner un muestra de lo que queremos analizar en una cápsula, meterla dentro del sensor, y en 2-3 minutos Nima nos responderá de tres maneras:

- Low Gluten: Hay trazas de gluten en la comida debido posiblemente a una contaminación cruzada con otro producto.

- High Gluten: Con toda seguridad la comida tiene gluten.

- Cara sonriente: Puedes comerlo sin problemas

Lo mejor es que el aparato viene con una app que permite subir los resultados, e informar así a la comunidad de qué restaurantes son buenos y cuáles no en cuanto a poder comer con seguridad de que no va a haber gluten en la comida. Y lo mismo se puede usar para descubrir sitios sin gluten que no conocíamos. Nima Sensor cuesta 279 dólares y se puede adquirir directamente en su web, aunque el precio será mayor porque las cápsulas de prueba son desechables y sólo pueden usarse una vez, costando de media 12 cápsulas unos 60 dólares al mes.