Otro baño y masaje del Unicaja en la Champions
Plácido triunfo del campeón para seguir invicto (3-0) en un camino demasiado sencillo hasta ahora. Perry, el mejor de los malagueños con 22 puntos.
La Basketball Champions League viaja en un crecimiento ininterrumpido (décima edición), por los clubes que se van incorporando a la competición FIBA y por el más que probable salvoconducto para acceder a esa incierta NBA Europa. Se barrunta con el Asvel de Tony Parker como próxima adquisición en ese puente Euroliga-BCL por el que desfilaron Alba Berlín, Joventut o Gran Canaria el pasado verano. Potenciales amenazas del vigente bicampeón Unicaja, que sigue muy por encima de la competición. Con un grupo demasiado laxo y que distorsiona ese nivel subterráneo de la BCL, pero demasiado agresiva la facilidad con la que solventa el equipo malagueño estos ensayos iniciales. Esta vez, ante el Oostende en el Carpena (102-80), balneario donde el baño y masaje en Europa es constante. Habla por supuesto bien del calibre del Unicaja, rearmándose tras las salidas de calado de este verano, pero con el techo del three-peat.
El Unicaja no encontró oposición en el equipo belga, con cierta solera en esta competición y un rival recurrente para los malagueños en este ciclo. Venía el equipo de Ibon de caer en Tenerife, el otro portaviones de esta BCL, en un partido feo y al que se acudió con bajas. Tampoco jugaron Djedovic, Sulejmanovic ante Oostende; más Kravish, cuatro meses KO por una fractura de peroné, terrible noticia por la función estructural del pívot americano en el funcionamiento cajista. Y el club rastrea un mercado de pívots, donde actualmente es una selva porque primero cazan los Euroliga. Mientras, tirar con lo que hay y recurriendo al U22: el lituano Arturas Butajevas, propiedad del Barça, y el malagueño Manu Trujillo. Más esa espina dorsal viva y que cogió el partido con muchas ganas, a un ritmo diésel para que el partido ya quedara encarrilado en el primer cuarto (29-19). Es la temporada del gigante Olek Balcerowski (13 puntos y 15 de valoración), el único pívot puro de la plantilla, más peso sobre la torre polaca. Al compás de Kendrick Perry, el mejor de los malagueños con 22 puntos, sumando por inercia el base americano, aunque tuvo que remangarse en alguna fase del último cuarto (87-80, cosquilleó Oostende a cuatro minutos del final).
Pero con todo bajo control y destilando esa superioridad. El Unicaja se marchó 54-41 al descanso, con un escenario favorable de poder correr y con Chris Duarte (17 puntos) o Xavier Castañeda (7 puntos) encontrando buenas vibraciones, después de un aterrizaje en Málaga a fuego lento. Vienen bien estos partidos de BCL para encender la mecha ante tantas ausencias, que Ibon vaya sumando gregarios. Piloto automático en la segunda parte, con minutos para los canteranos para compensar una rotación coja, y un partido que no peligró en ningún instante. El Unicaja se acabó gustando y llegando incluso a la centena, canasta que sumó Tyson Pérez y con el premio de invitar a pizzas a toda la plantilla. Invictos en BCL (3-0), liderado encarrilando y una bomba de alivio después de unas horas difíciles.
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