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SELECCIÓN ESPAÑOLA (M)

Una Familia optimista

La Selección salió satisfecha del banco de pruebas del Torneo del Centenario. Jóvenes como Núñez o Aldama han dado un paso adelante, pero los veteranos también jugarán un papel clave.

Una Familia optimista

La Selección salió del Torneo del Centenario con media sonrisa. Ganó a Eslovenia y compitió contra Estados Unidos. A la salida del Carpena, donde todos hacían análisis en corrillos, las sensaciones eran positivas. Para la que ha caído en las primeras semanas, especialmente con la inesperada retirada de Ricky para cuidar su salud mental, las conclusiones son positivas. Después de ganar cómodamente a Eslovenia y competir hasta los últimos minutos contra Estados Unidos sin enseñar el arsenal táctico que acompaña al equipo de trabajo de Sergio Scariolo, el italiano dio el lunes libre a los jugadores, que a partir de este martes pensarán en las dos últimas pruebas que tienen antes de volar a Indonesia. También serán de nivel. Canadá y República Dominicana en Granada.

El equipo todavía está por cerrar, pero en los círculos íntimos de la Selección había relativa satisfacción por lo que el torneo había enseñado. Con nombres propios. A sus 19 añitos, Juan Núñez había competido con fiereza contra los bases de Estados Unidos (ocho puntos, cinco asistencias, seis faltas recibidas). Y a sus 22, y como estaba previsto, Santi Aldama, 14 puntos y cinco asistencias, tendrá un rol protagonista en esta Selección que en ocho días viaja rumbo a Indonesia. Lo de Aldama entraba en los planes. Lo de Núñez se ha precipitado por las bajas de Brown y Ricky. Pero Scariolo le tiene fe y anunció inmediatamente su presencia en el Mundial para que el madrileño no viva en esa incertidumbre y le reserva, por las circunstancias un papel protagonista.

Pero el boom de los jóvenes requiere ser equilibrado con experiencia. Claver y Abrines fueron los dos únicos jugadores con un más-menos positivo en el partido contra Estados Unidos. Con el valenciano en cancha, +10; con el balear, +4. Claver, con un rol clave en el Mundial de China de 2019, llegó a la concentración en Madrid sin el puesto asegurado (“agradezco que Víctor haya venido en esas circunstancias”, dijo Scariolo). Pero se está ganando el puesto y aparece por delante de Pradilla, que había estado en el Eurobasket el año pasado. El caso de Abrines también es ilusionante. Siempre con algún imprevisto en casi todos los grandes campeonatos, esta vez sí llega en un momento fino. España necesita puntos y él, con una habilidad especial para jugar bloqueos indirectos, está obligado a dárselos a la Selección y asumir de una vez un papel protagonista.

Físicamente, todavía hay que rematar flecos. Esta será una semana decisiva para Garuba, cuya torcedura en el tobillo derecho después de pisar mal con Tobey, no reviste, en apariencia, mucha importancia. Mientas, Sergio Llull juega con los plazos. Este fin de semana ya se entrenó en The Embassy, pero necesita confirmar buenas sensaciones en los amistosos de Granada. La presencia del capitán del Madrid condiciona en parte la configuración de la lista, ya que Jaime podría depender del balear. Sebas Saiz y Pradilla cuentan con muchos números para no entrar en la lista final y, de los exteriores, Albalde y Jaime aparecen, desde la distancia, como favoritos para quedarse fuera. Pero queda una semana, Scariolo lo ha dejado abierto todo (sólo ha confirmado a los bases) y jugadores como Parra también tienen que ganarse aún el puesto. Brizuela, siempre es un rol muy concreto de desatascador en algunos momentos de juego, sí parece tener el puesto asegurado.

Tácticamente, y como el mismo Scariolo confesó, España no ha enseñado todo el material que tiene acumulado en ese famoso “cilindro táctico” del que habla el seleccionador. Se trata de terminar la puesta a punto y llegar bien, pero no pasados. La experiencia ha demostrado que en los grandes torneos es mejor viajar en progresión. España necesita llegar en un punto físico que le dé lo suficiente para atravesar una primera fase aparentemente sencilla (Costa de Marfil, Brasil, Irán), pero en la que no se puede fallar porque luego llegarán curvas (Canadá, Francia), pero donde tiene que empezar a dar su mejor versión es a primeros de septiembre, cuando empiece la segunda fase. Y para eso aún quedan casi tres semanas. De momento, España marcha.