Un toque de magia de Luka Doncic
El esloveno deja detalles maravillosos en el cómodo triunfo de Eslovenia contra Japón en su último amistoso de preparación.
Eslovenia no es el equipo que deslumbró a Europa, una revolución verde, en el Eurobasket 2017. Tampoco el que se quedó en Tokio a las puertas de las medallas porque Luka Doncic se quedó sin fuerzas justo en el momento determinante. Es una selección de techo más modesto y que está sufriendo para ejecutar un relevo generacional que no aparece. Fulminada por Polonia en cuartos del pasado Eurobasket, tampoco debería estar entre las favoritas para este Mundial…
Pero tiene a Luka Doncic. Y eso hace que el asunto del techo siempre haya que cogerlo con algún alfiler porque si está él en cancha, todo puede pasar. Eslovenia perderá por lógica contra unos cuantos rivales, pero a la mayoría les puede ganar en una noche puntual, un día de magia y furia, sin más explicación que su estrella: Doncic. A eso se aferra con el objetivo de que la responsabilidad (minutos, posesiones, tiros…) sea algo menos aplastante. Eso, cargar con el equipo durante cada minuto de cada partido, trituró a Doncic en los Juegos y en el Eurobasket. Ahora, se trata de dosificarlo más… con peor compañía. Una cuenta difícil. Y más tras la grave lesión de Cancar, que iba a ser su mejor escudero, a priori, en el Mundial.
En su último amistoso de preparación, Eslovenia pisó ya suelo japonés, donde disputará una benévola primera fase (Cabo Verde, Georgia, Venezuela) del Mundial 2023. Eso será en Okinawa. Antes, en Tokio, zarandeó a la anfitriona, Japón: 68-103 con Doncic dominando el partido a su antojo.
El base rozó otro triple-doble, que no consumó porque solo disputó 28 minutos. En ellos produjo 23 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias y las mejores jugadas, los toques de genialidad. Un triunfo muy necesario para Eslovenia, que cierra su preparación (no jugará más antes del Mundial) con cuatro derrotas en siete partidos y la sensación de que no es la de otros años… pero tiene a Luka Doncic.