SGA: la primera estrella del Mundial está en Yakarta

Una estrella asomó este viernes en la jornada inaugural del Mundial de baloncesto. Shai Gilgeous-Alexander (SGA, para quienes quieran abreviar con sus iniciales, que así también se le conoce en el universo de la NBA) se presentó ante el público menos especializado, volvió loca a Francia y condujo a Canadá a una victoria incontestable (95-65) en el partido estrella del grupo H, el que cruzará con España en la segunda fase. Canadá, quinta favorita en el tan debatido power ranking de FIBA, se confirmó como selección a tener muy en cuenta pese a las ausencias de Jamal Murray y Andrew Wiggins. Fue, además, un estreno brillante para el badalonés Jordi Fernández, que ha asumido el apasionante reto de devolver al primer plano a Canadá y obtuvo un triunfo contundente que dejó la sensación de que el trabajo del verano puede dar frutos. Hace apenas ocho días, en Granada, Canadá ya había enseñado parte de su arsenal. En el Indonesia Arena subieron aún más sus prestaciones y humillaron a la plata olímpica.

El Indonesia Arena se encendió pronto. Había hambre de baloncesto en Yakarta. Y también en las selecciones después de un mes de preparación, aunque a una, la francesa, el ansia se le pasó pronto. Fournier, 19 puntos, mantuvo a Francia en una primera parte de alternativas. Al 0-7 de los de Collet contestó Canadá con la aparición de Olynyk (14-9) para un nuevo parcial francés hasta el inicio del segundo cuarto (14-21). Pero fue antes del descanso cuando entró en juego Shai Gilgeous-Alexander, un prodigio de fundamentos que en los primeros minutos había fallado algunos tiros, pero que cuando arrancó a jugar -y calentó la muñeca- bailó con sus pies mágicos a Francia. El escolta de Okahoma City Thunder empezó a gobernar sobre el ritmo del partido y, a falta de los triples de Barrett, que falló desde la esquina con su zurda, se ayudó en la energía de Dillon Brooks, Alexander-Walker, Dort o Ejim para poner en ventaja a Canadá antes del descanso (43-40). Pero entonces ya se jugaba a lo que quería el base-escolta criado en Kentucky.

SGA empezó como solista la segunda parte, en la que disparó a Canadá a su primera gran diferencia en el partido (59-44) con una secuencia de tiros que remató con un triple. Su catálogo de movimientos es magnífico. Sale por los dos lados, define con las dos manos, maneja la media vuelta y se inventa un giro sobre otro para salir sobre cualquier pie. Es un jugador estético que transmite una armonía tremenda jugando al baloncesto. Francia terminó desesperada y sin respuestas para Gilgeous-Alexander y, además, se le hizo de noche en ataque. Canadá se puso defender y trituró a los franceses en el tercer cuarto con un parcial de 25-8 que dejó el partido liquidado. Con Fournier fundido, el plan ofensivo de los subcampeones olímpicos en Tokio había fracasado.

Francia se abandonó en el último cuarto. Las caras en el banquillo de sus vacas sagradas, Batum, Fournier o Gobert, no hacían necesario mirar el marcador para intuir la humillación de una selección superada en todos los planos del juego frente a una Canadá que dejó un regusto dulce. La clásica novedad que apetece ver en un torneo porque ha aterrizado con un juego fresco, ambición y un jugador que es una delicia. SGA maravilló en Yakarta y dejó a Collet a merced de los cuchillos de la prensa francesa…