Listos para el Mundial

España despidió los amistosos pre-Mundial con una victoria (86-77) ante una República Dominicana que contó con una buena fanaticada en el Palacio de Deportes. Una selección singular a la que le gusta el quilombo. Con un entrenador especial (Néstor Che García), que sería más con el gran Al Horford, pero que tiene jerarquía en Karl-Anthony Towns y otros jugadores interesantes como Montero y el verdinegro Feliz. Towns, por cierto, acabó el partido en el vestuario después de recibir dos técnicas.

No es fácil jugar este tipo de partidos. Con un horario que nada tendrá que ver con los del Mundial (el debut contra Costa de Marfil será siete horas antes) y, en jugadores que tienen sus achaques, con ese miedo tan humano después del susto de Alberto Díaz el pasado jueves. Scariolo, sabiamente prudente, dejó sin vestir al capitán, Rudy Fernández, para evitar sustos de última hora. Sí le dio minutos a Llull, que se montará en el avión hacia Yakarta con las sensaciones mínimas que deseaba para ir con todo a por otra hazaña. En lo mismo está Garuba. Después del susto contra Eslovenia, el de Azuqueca desprende una energía brutal y su actividad defensiva contagia al resto. Se le nota feliz en la Selección, donde Scariolo le da su espacio y él se merece los minutos que juega. Como ante Canadá, fue el jugador que subió el nivel de intensidad en el equipo y enchufó en el amistoso a España. Terminó el partido con un fabuloso +15 con él en la cancha.

La fotografía de la Selección, a la espera de lo que digan las nuevas pruebas que se le realizarán a Alberto Díaz este domingo, parece clara. Núñez, a sus 19 años, será el generador y hasta que el partido se ponga caliente tendrá licencia para jugarse sus tiros. Fue el máximo anotador de España con 16 puntos ante los dominicanos. Abrines llega muy bien como escolta titular. Es un buen defensor y un tirador reputado que sabe leer las trampas cuando sale de los bloqueos. Brizuela se ha reservado un rol muy similar al del Eurobasket del año pasado y a Parra le va la marcha (su triple al final del tercer cuarto fue un punto positivo para las jugadas especiales que prepara Víctor García).

Llull, Rudy y Claver, el tridente vintage, se autogestionan; y Juancho llega con la flecha más hacia arriba que el curso pasado. Willy aún echa de menos a Lorenzo, pero terminará encontrando socios porque España necesitará más puntos fáciles. Y Aldama puede ser la llave maestra de Scariolo, una especie de outsider que dé el salto en uno de los momentos calientes del Mundial. Es un campeonato diferente al resto. Scariolo no quiere ver al equipo crecer y que le falte pista en las rondas finales. Lo quiere ver al cien desde el primer día en Yakarta. Veremos qué dice el destino.