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MUNDIAL 2023

España contra el mundo

La Selección de Scariolo defiende título y número uno del ranking FIBA, pero no es favorita en las apuestas y todos, el Team USA de Steve Kerr, Doncic o la Alemania de Schröder, le apuntan.

Juancho Hernangómez y Rudy Fernández posan felices en la sesión de fotos de la Selección española previa al inicio del Mundial, en Yakarta (Indonesia).
ALBERTO NEVADOFEB

Bienvenidos desde Yakarta al primer Mundial multisede de la historia del baloncesto. Indonesia, casa de España hasta el 3 de septiembre si todo transcurre según lo previsto, comparte cartel de anfitrión con Japón, que verá a Luka Doncic en Okinawa; y Filipinas, donde el Team USA de Steve Kerr esperará sin moverse de Manila, donde jugará la fase de grupos, a los cruces de cuartos de final. Las tres sedes empiezan a albergar partidos desde hoy.

Este Mundial es el desafío definitivo para España. Aterriza como vigente campeona de Europa y del mundo; así que quiera o no, y aunque el famoso power rankings de la FIBA la sitúe en cuarta posición en los pronósticos, es el rival a batir. La Selección pierde la capacidad de sorpresa que tuvo en China antes de levantar la Copa Naismith en el Wukesong de Pekín. Y además, ha tenido dos cambios bruscos de planificación este verano. El primero, la ausencia por lesión de Lorenzo Brown, jugador clave y prácticamente MVP del Eurobasket 2022 compartido con Willy, que fue muy bien alimentado por el base. Y, luego, la renuncia de Ricky para cuidar de su salud mental.

Las dos bajas animan a los rivales, que también tienen sus ausencias. El jugador franquicia de Denver Nuggets, franquicia campeona de la NBA, Nikola Jokic, ha renunciado a la cita, También Micic, para Serbia. No está Antetokounmpo en Grecia, ni Wembanyama en Francia. Claro que para ausencias, las de Estados Unidos que, sin embargo, ha aterrizado en Filipinas como gran favorito después de una exitosa gira por Europa, en la que ha derrotado a Eslovenia y España; y por Dubai, donde ha ganado a Grecia y Alemania, Los segundos, seguramente, uno de los outsiders del torneo. Dolidos aún por la derrota en la semifinal del Eurobasket contra la Selección en Berlín, se conjuraron y volverán a intentarlo con Schröder a la cabeza, pero también con los Wagner, Obst, Theis, Thiemann, Voigtmann...

Paseemos por el formato. El Mundial arranca con una primera fase de ocho grupos de cuatro equipos. Pasarán los dos primeros de cada grupo. Las 16 selecciones clasificadas se organizarán en cuatro grupos de cuatro equipos. Los dos primeros de cada grupo sumarán los ocho cuartofinalistas que lucharán por las medallas en Manila.

Acorde a sus sedes, es fácil dividir la competición en tres micromundiales. En Yakarta, la casa de España, se juegan los grupos G y H. La Selección parte como gran favorita junto a Brasil, Canadá y Francia para jugarse dos plazas de cuartos en la segunda fase. Advirtiendo que los brasileños son rivales en la primera fase, la campeona se la jugará todo frente a la Canadá de Jordi Fernández, que viene sin Wiggins ni Murray pero con Gilgeous Alexander y RJ Barret; y con un enemigo íntimo, Francia, a la que tumbó en la final del Eurobasket, pero que mantiene un juego interior terrible con Gobert a la cabeza. En cierto modo, el cuadro de España se parece relativamente al de China, cuando tuvo una primera fase cómoda en Guangzhou (Túnez, Irán, Puerto Rico) y tuvo que volar a Wuhan a jugársela contra Italia y Serbia. De ahí, voló a Shanghai para jugar los cuartos de final contra Polonia…, y de ahí a la gloria.

De la sede de Okinawa saldrá el hipotético rival de España en cuartos. Y allí hay dinamita. Además de Doncic, que intentará el más difícil todavía sin Dragic o Cancar, juegan Alemania y Australia, actual bronce olímpico que mantiene a sus clásicos (Mills, Ingles, Exum y jóvenes como Josh Green, que llega tocado después del último amistoso de los boomers).

En Filipinas, el primer hito será este viernes, cuando con casi toda probabilidad se bata el récord de mayor asistencia a un partido de un Mundial de baloncesto en el Filipinas-República Dominicana que se jugará en el Philipinne Arena, con capacidad para unas 50.000 personas. Hasta el día de hoy, la cifra más alta de espectadores la tiene Toronto. 32.616 seguidores vieron a Shaquille O`Neal o Reggie Miller ganar el Mundial para USA contra Rusia. Luego, Manila disfrutará del joven y fresco Team USA que lidera el Big-Three de entrenadores del Mundial: Steve Kerr, Tyronn Lue y Erik Spoelstra, que vivirá momentos emotivos. Aunque él nació en Estados Unidos, su madre, Elisa Celino, nació en San Pablo, Laguna, Filipinas. Spoelstra ha prometido que intentará llevar a sus jugadores a que coman la “lumpia” (un rollito de primavera a lo filipino) que prepara su tío Tony.

Estados Unidos viene dispuesta a recuperar su condición de campeona y número uno del mundo con un equipo sin figurones, pero con gente joven (ningún jugador supera los 28 años) y con hambre que, además, rebosa clase con Cam Johnson, Brunson, Edwards, Ingram; y hasta con un ‘robo’ de última hora. Grant Hill, con residencia en Orlando, convenció al número uno del draft de 2022, Paolo Banchero, de que renunciase a Italia, que casualmente podría ser el rival en cuartos de los estadounidenses. Serbia y Lituania aparecen como los otros grandes candidatos a estar entre los últimos ocho en la parte del cuadro filipina. Recopilemos, pues, las apuestas colocan a diez equipos a partir del 5 de septiembre en Filipinas, para los cuartos de final: Estados Unidos, Lituania, Serbia, Italia, España, Canadá, Francia, Australia, Eslovenia y Alemania. Dos se quedarán fuera.

El Mundial no solo da el gordo del título. También premios que permiten la estabilidad del proyecto. El gran objetivo de la Selección, de hecho, en su viaje al sudeste asiático, es ser uno de los dos primeros europeos del torneo (Francia aparte) para garantizarse su clasificación para los Juegos. No resultará fácil y siempre quedaría la puerta del Preolímpico, garantizado con que España gane a Costa de Marfil e Irán en la primera fase. Pero ya sería un primer gran paso en el Mundial regalarle por la primera fase al capitán, Rudy Fernández, la posibilidad de ser el primer jugador en participar en seis Juegos Olímpicos en su historia.