NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA
EspañaESP
LetoniaLAT

MUNDIAL | ESPAÑA-LETONIA

El primer día D

España estará en cuartos si gana este viernes (11:45 horas) en Yakarta a Letonia y Canadá derrota, como es previsible, a Brasil. Los bálticos, número 29 del ranking FIBA, fueron verdugos de Francia. Son el equipo que más tira de tres del campeonato.

Juancho Hernangómez, con sus compañeros de fondo en un entrenamiento de la Selección en el Indonesia Arena.
ALBERTO NEVADO / FEBFEB / EFE

La cosa se pone seria desde este viernes en Yakarta (“ciudad de la victoria”, se traduce) en el Mundial de baloncesto. A las 11:45 horas, casi con el último croissant de las vacaciones en la boca en España, la Selección, número uno del ranking FIBA, arranca contra Letonia, engañoso número 29, la segunda fase. Las cuentas son claras. Una victoria de España contra Letonia, acompañada de un previsible triunfo de Canadá sobre Brasil (16:30 horas), clasifica a los de Scariolo para cuartos de final. El partido, sin embargo, impone respeto. Letonia ha llegado a la segunda fase eliminando a la subcampeona olímpica y de Europa, la Francia de Fournier, Batum, Yabusele y Gobert; y tiene un espíritu infatigable de lucha. Es una Cenicienta envenenada y una amenaza exterior continua. Es el equipo que más tira de tres en el torneo (106 triples), el sexto en porcentaje (39,6%); y ha rozado el 60% de acierto en transiciones. Jordi Fernández, entrenador de Canadá, tardó 100 segundos en pedir su primer tiempo muerto el día que se midieron a Letonia. El partido iba 0-9 con tres triples bálticos. Un aviso.

Nadie puede negar durante estas horas de reclusión en el hotel Fairmont de Yakarta, y de entrenamientos en la pista auxiliar del Indonesia Arena, donde los días se vuelven monótonos con la rutina trabajo-descanso, que España es favorita. Lo dicen sus resultados y su fiabilidad en los últimos años cuando han llegado los momentos importantes; y también las estadísticas de la primera fase, en las que hay una distancia abismal en el rebote (127-90). Pero cualquier cosa que no sea aproximarse al partido desde una posición de humildad y respeto máximo a los bálticos sería un error de bulto de la campeona. Letonia estaba 12 puntos abajo al final del tercer cuarto contra Francia y terminó firmando una gesta. No hay mayor advertencia sobre la resistencia de un equipo en el que reina la hermandad hasta el punto de que su estrella, un NBA afamado pero que no podía jugar por lesión como Kristaps Porzingis, nuevo jugador de los míticos Celtics, se ha tomado la molestia de estar en la lejanísima Yakarta para acompañar a sus compañeros. Y eso, viendo la fisonomía de la ciudad, no se hace por turismo sino por convicción. Su emoción cuando Sylvain Francisco falló el triple que metía en la segunda fase a su país refleja la unidad que hay en el vestuario.

Scariolo, que tiene la duda de Parra, con una sobrecarga en la pierna izquierda, sí tiene disponible a Rudy, que se convertirá hoy en el jugador con más internacionalidades de la historia (254); y que descansó contra Irán simplemente “porque tiene 38 años y hay que cuidarlo” en palabras del seleccionador, ya ha puesto las bases de la mejora para lograr una Selección más completa que en la primera fase. Hace tiempo que el italiano, sabedor de que no tiene a superestrellas como Doncic o Gilgeous-Alexander, por mencionar a dos de los grandes nombres de este Mundial sin necesidad de acudir siquiera a Estados Unidos, apunta a la excelencia desde lo colectivo. “Tenemos que defender los doce; si no, vamos a sufrir”, advirtió en la sala de prensa después de ganarle a Irán. El italiano quiere un equipo que comparta el balón (con 88 asistencias, ha sido el segundo mejor equipo del Mundial en la primera fase). Pero también que evite atacar con unos contra uno dentro de la pintura (“no tenemos un top-player que pueda ganarnos un partido”) y defienda mejor (“si sólo podemos tener a cinco o seis en cancha…”). Contra Letonia, podría meter jugadores más expertos en el quinteto (como hizo con Llull y Claver el día de Brasil) porque el primer mandamiento es minimizar las pérdidas (11,7 por partido suma España) para evitar las transiciones de Letonia y apagar así el fuego con el que juegan, liderados por Zagars y lanzados por su afición, que ha puesto el color en la primera fase y no quiere despertar del sueño. El de España está en Manila, pero para eso todavía faltan un par de trabajos en Yakarta.