Una Selección en los huesos
Sin Alberto Díaz, Aldama y Brizuela en el ‘roster’ de inicio; y con Abalde y Saint-Supéry lesionados durante el partido, perdió en París, 78-73 ante Francia. Preocupación en la expedición española.
Una Selección en los huesos, sin Alberto Díaz, Aldama y Brizuela en el roster de inicio; y con Abalde y Saint-Supéry lesionados durante el partido, perdió en París, 78-73 ante Francia (que tampoco tuvo a Poirier y Risacher) después de hacer un esfuerzo admirable y demostrar que siempre compite en pie aunque las circunstancias obliguen, por ejemplo, a minutos inesperados de Guillem Ferrando, o un estreno exprés de Isaac Nogués. De la derrota sin daños en Badalona (67-75) se pasó a una noche muy agridulce en Bercy. España fue capaz de mirarle a los ojos a Francia y manejar diferencias de hasta 16 puntos (28-44 al descanso), pero sufrió cuando les bleus subieron el nivel físico en el segundo tiempo y, por supuesto, Scariolo comprobó que los recursos se iban acabando. Casi un 50% de la Selección que tiene que debutar en el Eurobasket dentro de menos de dos semanas está, en este punto, fuera de combate.
Era una noche perfecta para jugar al baloncesto en París. Un escenario de ensueño donde el año pasado se vivieron pasajes inolvidables en los Juegos, con una plata espectacular de los anfitriones. Un precioso reconocimiento a Nicolas Batum y Nando de Colo, tantas y tantas batallas libradas contra España, y un equipo, el de Scariolo, con ganas de seguir progresando. España le perdió respeto físico a Francia (“para demostrar dureza no hace falta medir 2,25 ni pesar 115 kilos”, retumba la frase de Scariolo) y la desbordó en un primer tiempo brillante, con Willy y Yusta al mando de las operaciones en ataque. Y con De Larrea más firme en el puesto de base. El 28-44 del descanso era una noticia impactante, pero era imposible no mirar de reojo en el vestuario y pensar en los tocados. Saint-Supéry, con un esguince en el tobillo derecho; Abalde, con un problema en el aductor derecho.
Fauthoux debió no querer verse en las páginas de L’Equipe y pidió a sus jugadores que subieran el tono defensivo en la segunda parte. Fue ahí cuando a España, tán huérfana de conductores y generadores, se le vieron las costuras. Les bleus, al ritmo de Francisco, Strazel o Coulibaly, el que correspondiese, zarandearon el partido en ataque y, sobre todo, cerraron los caminos a la Selección. Un parcial de 18-2 les acercó hasta el 44-46. España resistió un buen tiempo gracias al buen hacer de Yusta, que pelea hasta el último segundo por un hueco entre los doce. Colaboró incluso Nogués, que hizo gala de su fama de voraz defensor. Pero a España le alcanzó hasta el minuto 35 (71-67). Scariolo pidió tiempo muerto e hizo alguna probatura con las zonas. Un triple de Yusta (75-72) pareció meterla de nuevo en el partido. No fue suficiente. Strazel, el héroe francés que salvó el desastre olímpico de Francia en Lille con aquel tremendo triple contra Japón, abrochó el partido para euforia de Bercy. La Selección está en los huesos a 16 de agosto. Se diría que está luchando contra los elementos para llegar con doce jugadores sanos al Eurobasket.
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