Última llamada para Movistar Estudiantes en la peleona LEB Oro
El Estudiantes lo apuesta todo en su tercer año en la LEB Oro, segunda liga de baloncesto más importante de España, para regresar a su sitio: la ACB.
A la primera no fue. A la segunda, con peor rumbo, tampoco. ¿A la tercera irá la vencida, como dice el dicho? Movistar Estudiantes afrontará este otoño el inicio de su tercera campaña en la segunda liga nacional de baloncesto en importancia, la LEB Oro (a cargo de la FEB), y ansía tanto ascender y regresar a la Liga Endesa -sitio natural- que ha hecho una agresiva apuesta para llevarlo a cabo.
Después de bajar a la LEB se mantuvo a Jota Cuspinera, experimentado entrenador y hombre de club, junto a buena parte del gruesa de la plantilla que venía directa del palo en la ACB. No resultó. Un año superlativo del Granada junto al regreso de Marc Gasol a España para enfundarse la camiseta del Bàsquet Girona supusieron las dos piedras con las que el Estu tropezó en una ocasión de la que más tarde se arrepintió de dejar pasar. Para el segundo año se apostó por jugadores más reconocibles en esa competición y otros que bebían directamente del nuevo coach contratado, Javi Rodríguez, procedente del Bilbao (y con experiencia en el Oviedo en esta categoría). No resultó. El banquillo volvió a cambiar de integrante a mitad de campaña, con Alberto Lorenzo cogiendo el testigo, y el San Pablo Burgos impidió incluso a los colegiales pisar el playoff en un curso para olvidar.
Los ajustes del equipo de Ignacio Triana, presidente de la entidad, para cuadrar cuentas mientras se incentiva la plantilla profesional masculina no han pasado desapercibidos. Han desencadenado, de hecho, una crisis -más- a nivel social de desafección por un club histórico en el baloncesto español.
Plantilla
Los responsables técnicos han trabajado en las últimas semanas para fichar bien y cerrar rápido la plantilla. Que es de garantías. Lo han hecho en consulta con Pedro Rivero. El segoviano de 44 años aceptó no continuar con Zunder Palencia, uno de los que sí ascendió a la Liga Endesa, y probar con el Estu, una apuesta a largo plazo para él. Esa jugada conllevaba una inversión en la parcela de fichajes. Se han llevado, por ejemplo, al MVP de la LEB Oro la pasada temporada, el ala-pívot venezolano Michael Carrera, que se desligó del Gran Canaria tras un infructuoso paso por allí. También directos desde la gran liga llegan Francis Alonso (Bilbao) y Sergio Rodríguez (Tenerife). Yannick Nzosa, lastrado por las lesiones, llega cedido procedente del Unicaja para probar su calidad. Regresa al club Johnny Dee, que estuvo en LEB el primer año y luego se fue a ascender al Andorra, porque “el trabajo no está terminado”. Rivero se ha traído de su ex-equipo a Alec Wintering, base de garantías durante los dos últimos cursos allí y en Valladolid. También llega Alex Murphy, estadounidense con pasaporte finlandés que tiene experiencia en España con Gipuzkoa y Granada. Se quedan Adams Sola, capitán del equipo, un pívot diferencial como Kevin Larsen y el combo exterior Toms Leimanis. El canterano Hugo López también estará en la primera plantilla, que la cierra el regreso de un veterano: Carlos Suárez. Siguen con contrato aunque se van cedidos Rubén Domínguez (Castellón) y Emil Stoilov (Menorca). Jorgensen, Smith, Jawara, Demétrio, Atencia, Agbelese, Alderete, Franch, Aurrecoechea y Hughes, los que ya son pasado de la entidad.
Polvareda
El hueco económico hecho para confeccionar esta plantilla ha sido compensado con recortes en otras parcelas. Los despidos de, entre otros, el jefe de prensa Santi Escribano y el utillero deportivo Óscar Carretero para rebajar los gastos de personal levantaron a la masa social más pegada a la actualidad e incluso a ex-jugadores (Juancho Hernangómez, Chandler Thompson, Jayson Granger, Rafa Vecina, Jaime Fernández). La apuesta decidida por el ascenso se ha llevado a parte del corazón del club y la afición se divide entre la mera supervivencia en la cancha o el maltrato a trabajadores históricos del Estudiantes. En esa mezcolanza, un objetivo hacia el que mirar y que empieza a ajustar los cuellos de camisa: 2025, el año en el que vence el contrato de patrocinio -ya rebajado en términos de apoyo durante la pandemia- con Telefónica / Movistar.