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JUEGOS OLÍMPICOS | PEKÍN 2008 | ESTADOS UNIDOS

The Redeem Team: cuando Kobe Bryant puso firme a Estados Unidos

‘The Redeem Team’ ha mostrado la intrahistoria de la victoria de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2008 tras debacles anteriores.

Kobe Bryant, Estados Unidos, Juegos Olímpicos de Pekín 2008
FILIPPO MONTEFORTEAFP

El espectáculo volvió a ser de Estados Unidos en Pekín. Habían pasado 16 años desde aquella selección de ensueño que fue a Barcelona a recuperar la dignidad del país que todo lo es en el baloncesto, pero habían tropezado con piedras ostentosas en el camino y USA Basketball había reclamado otra vez que los mejores se vistieran para representarles. De ese Dream Team se pasó al Redeem Team y así, con ese segundo apodo, se titula el documental de Netflix con el que se cuenta aquella gesta 14 años pasados. LeBron James y Dwyane Wade son protagonistas además de productores de la cinta. Estados Unidos echa un vistazo atrás para rememorar aquel oro, cómo se llegó a él y qué fue necesario, la final contra la España de Aíto, etc. El pegamento de ese equipo de la redención, que es la traducción al español, fue uno y ya no está: Kobe Bryant.

Los problemas llevan a 2002, en el Mundial de Indianápolis en el que los estadounidenses quedaron sextos (España les ganó la quinta plaza). Pero la verdadera travesía por el desierto se acentúa en 2004 y 2006.

2004

Larry Brown, ganador de la NBA con los Pistons en 2004, se enfrentaba al reto de mantener cierto nivel en los Juegos Olímpicos, imperativo para Estados Unidos, en Atenas. Pero a la hora de escoger jugadores ya se falló, optando por estrellas no muy comprometidas y con escaso conocimiento de los peligros del baloncesto a nivel internacional. “Esto se ha convertido en un deporte global. O respetamos a la gente con la que jugamos o tendremos un problema”, llegó a advertir Brown a sus jugadores viendo que el reto se complicaba. Alguno estaba despistado de más: Estados Unidos vivió fuera de la villa olímpica en aquel momento por una posible amenaza terrorista después de que su país invadiera Afganistán e Iraq, concretamente en un barco de crucero que se mantuvo frente a la costa helena.

“No parecía que fuésemos partícipes de la experiencia olímpica”. Son palabras de Carlos Boozer, uno de los cuatro que repitieron en 2004 y 2008 y fue parte de esa transición. Los otros son los inseparables LeBron, Carmelo y Wade. Y empezó el torneo y acabó entre mal y fatal. “Fue terrible y feo, tanto de ver como de ser parte de ello”, recalca Boozer. Estados Unidos apeó a España en cuartos sin ser favorita, pero se tuvo que conformar con el bronce. Argentina, la que luego sería campeona, la apeó en semifinales.

2006

El fracaso del Mundial en casa se reprodujo pese a que se intentó poner una solución. USA Basketball, el ente federativo, puso a mandar en el banquillo a Mike Krzyzewski, ‘Coach K’, directo desde la NCAA. El consejo se lo había dado Dean Smith a Jerry Colangelo, el nuevo jefe de la selección del país. Se les había encargado la misión de elevar de nuevo al equipo al que todos debían temer a la categoría de esas palabras y en Japón, dos años después de Atenas, tampoco se pudo. Se había optado por perfiles de equipo con hombres como Antawn Jamison, Kirk Hinrich, Elton Brand o Brad Miller y tampoco se pudo. “Hijo, perdimos contra ese puto equipo griego”, decía Krzyzewski conversando sobre aquella nueva debacle. Grecia, que fue apalizada en la final por España, había dejado un partido inolvidable contra los americanos. De jugar a sesenta o setenta puntos pasaron a meterles más de cien.

“Nos sorprendió que Kobe quisiera ser parte del equipo”, dice LeBron del camino que se empezó a recorrer desde ahí. El mejor jugador del momento, Bryant, había aceptado ir con EE.UU. Incluso se vistió de corto para hacerles ganar el campeonato continental, la AmeriCup, en 2007. Y en 2008 iría con todo a por el oro olímpico.

2008: Pekín, Kobe y el objetivo cumplido

Después del repaso a lo que ocurrió antes para llegar a 2008 con los deberes por hacer, se construye el Redeem Team. Los mencionados LeBron James, Dwyane Wade, Carmelo Anthony y Carlos Boozer, Chris Paul, Chris Bosh, Tayshaun Prince, Dwight Howard, Michael Redd, Deron Williams, Jason Kidd y, claro, Kobe Bryant.

Melo describe perfectamente cuál era el leitmotiv de los doce jugadores: “Nos juntamos por una causa. Mi camiseta no tenía Denver escrito, la de los LeBron no tenía Cavaliers y la de Kobe no tenía Lakers. Ponía USA”.

La anécdota que, sin embargo, mejor resume al nivel de compromiso que llegaron la cuentan coralmente y el protagonista es Kobe Bryant. Es el que, a fin de cuentas, da el salto de calidad no sólo en la cancha sino a nivel de vestuario. Se produjo en el campus que hicieron en Las Vegas en la previa de los Juegos.

“Estamos entrenando allí y una noche queríamos salir. Lo queríamos todos menos Kobe. Nos vestimos para impresionar y echamos un buen rato. Llegamos a las 5:30 de la mañana. Adivina a quién vimos en el vestíbulo del hotel de camino al gimnasio: Kobe”, relata Boozer. “Kobe está bajando las escaleras con los guantes de levantar peso puestos”, recita Anthony. “Este hijo de puta de Kobe ya está empapado en sudor. ‘Es diferente’, pensamos”, añade James. “En cuanto nos metimos en el ascensor para ir a las habitaciones nos miramos y dijimos: ‘¿Habéis oído eso? Este hombre es pura dedicación’. Lo siguiente que tenéis que saber es que, después de aquello, LeBron y Wade ya se levantaban a esa hora y al final de aquella semana el equipo entero lo hacía cada mañana. Nos metimos en el horario de Kobe”, remata Boozer. ‘Coach K’ hace, siguiendo este chascarrillo, una reflexión: “Para Kobe él era el mejor jugador. Pero LeBron James o Carmelo Anthony estaban llegando al nivel. ¿Cómo lo manejas, cómo lideras a un equipo cuando eres el macho alfa?”. Pues lo logró.

Publicado en AS el 25/9/2022

Por Juanma Rubio:

 

Estados Unidos arrasó en Pekín hasta la final, donde sufrió contra la Selección Española en lo que para muchos es el mejor partido de la historia del baloncesto en FIBA. El Team USA ganó sus ocho partidos, en la fase de grupos por una diferencia media de 32,2 puntos (incluida una paliza a España, 82-119), por lo que no se presagiaba la igualdad y la tensión que hubo luego en la lucha por el oro.

Uno de los adelantos del documental se centra en el inicio de ese primer duelo con España, un partido que los estadounidenses tenían entre ceja y ceja porque la Selección liderada por Pau Gasol era vigente campeona del mundo y la otra gran favorita al oro. El propio Pau, que por entonces era compañero de Kobe Bryant en los Lakers, donde había llegado ese año y había alcanzado unas finales de la NBA en la que perdieron con los Celtics como antesala de sus dos anillos juntos (2009 y 2010), recuerda cómo fueron las horas previas a ese partido y cómo era la mentalidad de su gran amigo, el malogrado Kobe: “Antes del partido, Kobe me hizo una visita cuando la selección estadounidense vino a la villa olímpica. Mi hermano mayor venía a verme y mis compañeros de Selección estaban alucinando: 'Guau, Kobe está en nuestro apartamento. ¡Qué pasada!’. En realidad yo creo que era parte de su estrategia para ablandarme”. El propio Kobe esperaba así aquel momento: “España es el actual campeón del mundo, Los dos estamos invictos. Éste es el partido que todo el mundo quiere ver. Pau y yo somos como hermanos, estamos muy unidos. Me alegró mucho de que esté jugando a un nivel tan alto, se me va a hacer rato competir contra él”. 

En la primera jugada del partido, Pau Gasol va a poner un bloqueo para liberar a Rudy Fernández y Kobe le embiste con sobredosis de fuerza y envía al pívot español al suelo: “Vino a por mí directo, me empujó en el pecho y tiró al suelo. Era un mensaje, no solo para mí sino para su propio equipo: ‘Eh, éste puede ser mi hermano, juega en mi equipo y es mi amigo. Pero lo único que me importa es ganar”.

Kobe era un jugador esencial en el Redeem Team. Uno con una enorme ascendencia sobre los LeBron, Carmelo o Wade, estrellas más jóvenes y que estaban tomando el relevo en el firmamento de la NBA. Así lo recuerda LeBron: “Kobe nos dijo: 'Voy a atravesar a Pau por el puto pecho’. Nosotros le dijimos que estaba loco, que era su compañero de equipo. Y lo hizo y fue como: 'Joder, si le hace eso a su propio compañero de equipo...'. Dios, no íbamos a perder ese partido. Íbamos a machacar a España”. Chris Bosh añade: “Nos dijo otra cosa: 'Ahora éste no es mi compañero. A tomar por culo, que se levante’. Estábamos alucinados”. Carmelo Anthony asegura que esa era “la energía” que necesitaba su selección y Wade también sonríe al recordar aquella acción: “Nos dijo que en la primera jugada iba a ir contra Pau. Que sabía lo que lo iban a hacer ellos. 'Voy a ir a por ese cabrón'. Y es que sabía que Pau iba a poner el último bloqueo”.

Luego vendría la continuación. 2012 y su equipo de aún más nivel. Continúa la comparación entre la plantilla de Londres, donde España también compitió hasta el extremo la final por el oro, y el Dream Team original de Barcelona, que además va acompañado de lo icónico y lo nostálgico. Sea como fuere, se empezó a construir un dominio que el país de la NBA nunca debió perder en los Juegos de Pekín con el dorsal ‘10′ como instigador.