NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BALONCESTO

¿Por qué en baloncesto sí se puede usar el dorsal ‘0′ en la camiseta y en fútbol no?

La influencia del baloncesto americano llegó hace unos años a Europa también en el aspecto del uso de los dorsales, aunque en otros deportes sea distinto.

Russell Westbrook durante el choque contra los New York Knicks== FOR NEWSPAPERS, INTERNET, TELCOS & TELEVISION USE ONLY ==
Michael ReavesAFP

En los deportes los dorsales pueden no ser tan sólo un simple número que indica quién es un deportista, pueden tener un contenido más profundo. Históricamente muchos profesionales eligen sus dorsales por motivos personales, por afinidad con otros deportistas o porque son míticos en su disciplina.

En el caso del fútbol, el número 10 es el más preciado y suelen vestirlo grandes jugadores, o por ejemplo en el baloncesto hay dorsales que se han convertido en históricos como el 23, por las grandes estrellas que los han vestido. En cada deporte el uso de los dorsales es diferente y no todos abarcan el mismo rango de números.

Por qué en el baloncesto se usa el dorsal 0 y en el fútbol no

Dentro del fútbol cada liga establece su propia normativa: en España, por ejemplo, los números asignados para una plantilla profesional van del 1 al 25, y del 26 al 50 se destinan a jugadores de la cantera, pero en otras ligas los jugadores pueden elegir cualquier número desde el 1 hasta el 99, como en la liga italiana.

Lo que es muy poco habitual en el balompié es el uso del dorsal 0 o 00, algo que no ocurre igual en el baloncesto. La influencia de la NBA, liga en la que el uso de estos dorsales está permitido, ha terminado por hacer que el baloncesto FIBA acepte también el uso de los mismos, cuando antiguamente no se podía.

Esto es una herencia del baloncesto universitario estadounidense, donde el uso del 0 ha estado siempre a la orden día, y la insistencia de muchos jugadores de mantener su dorsal al llegar a la mejor liga del mundo provocó que se convirtiese en algo común también en el baloncesto profesional.