Internacional

Polonara y su lucha contra el cáncer: “Tenía un 90% de probabilidades de morir”

El alero italiano Achille Polonara fue sometido a finales de octubre a un trasplante de médula ósea por su leucemia mieloide.

El periodista Niccolò Devitiis y el jugadro Achille Polonara.
Instagram Niccolò Devitiis
José Ignacio Pinilla
Licenciado en Periodismo por la Complutense, comenzó en AS en maquetación en 2010. Tras su paso por fútbol, se unió en 2014 a baloncesto. Ha cubierto en directo la Supercopa de 2020, las Copas de 2020 y 2021 y partidos de España de las Ventanas. También el Eurobasket femenino de 2023. Escribió sobre la pandemia de la COVID en el confinamiento.
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La vida de Achille Polonara cambió completamente a finales de junio. Tras sufrir una fiebre que no bajaba, el alero (33 años y 2,03 m) fue sometido a diferentes pruebas médicas que dieron unos resultados anómalos. En un principio, se pensó en una mononucleosis, pero la realidad fue demoledora: leucemia mieloide.

El italiano comenzó un tratamiento de tres fases contra este tipo de cáncer de la sangre que comienza en la médula ósea. La leucemia atacó su cuerpo dos años después de superar un cáncer testicular que le hizo pasar por el quirófano en octubre de 2023.

La primera consistió en una sesión de siete días de quimioterapia en un hospital de Valencia, al que fue derivado desde Bolonia porque en el centro español tenían unas pastillas específicas para reducir el riesgo de futuras recaídas. La segunda fue un nuevo ciclo de quimio a partir del 4 de agosto.

En la ciudad italiana, el pasado 25 de septiembre, se produjo la tercera y última con un trasplante de médula ósea. Una intervención que tuvo muchas dificultades. “Ha sucedido una locura, Achille ha entrado en coma. Le ha dado un trombo y el cerebro ha sufrido una falta de oxígeno, las posibilidades de sobrevivir son muy bajas”, dijo Erika Bufano, la mujer de Polonara, al periodista Niccolò Devitiis, que realizó un extenso reportaje sobre la enfermedad y el tratamiento (el antes, el durante y el después) del exinternacional azzurro. La historia fue emitida este martes en el programa televisivo Le Iene.

“Cuando le quitaron el catéter venoso central, se sintió mal. Se desmayó. Se le formó un coágulo de sangre. Su cerebro no recibe suficiente oxígeno. Ahora tenemos que esperar a que esta situación mejore. Al menos un poco, y luego entender el daño que tiene. Si empeora, sus posibilidades de sobrevivir son mínimas”, declaró en esos momentos Bufano.

Días después de esta triste noticia, el periodista se puso en contacto de nuevo con la mujer de Polonara, que dio mejores noticias: el jugador había salido del coma tras diez días. “Está bastante bien. Está fuera de peligro. Tiene el brazo derecho más débil que el izquierdo, y también la mano”, comentó.

Achille empieza, poco a poco, a recuperarse. Incluso, salió del hospital por unas horas para celebrar el cumpleaños de su hija mayor Vittoria este fin de semana. “No era creyente, pero he rezado mucho estos últimos días. Le decía: ‘Por favor, no me dejes, te necesito’. Su mayor preocupación era: ‘¿Volveré a ser el de antes?’ Ahora tendrá que comprometerse con la fisioterapia, porque hasta ahora, cuando entra el fisioterapeuta, resopla y maldice. Todos tenemos que pasar por esto juntos, incluso los niños”, continuó Bufano.

Polonara también participó en el reportaje. “Estuve en coma durante 10 días, me dijeron que tenía un 90% de probabilidades de morir, pero ahora puedo salir del hospital... No recuerdo casi nada de lo que pasó, es como si hubiera estado dormido. Fue duro, me daban pocas esperanzas. Cuando abrí los ojos, todavía no podía hacer nada. Luego las cosas mejoraron y ahora respirar fuera del hospital es maravilloso”.

“Al principio, me hacía preguntas. Luego empezó a cantar, pero lloraba. Me contaba cosas que nunca habían pasado”, recuerda su esposa sobre el despertar de su marido. “No llamó a los niños enseguida. Y me preguntaba cómo podía no entender que los niños son importantes. Hace cuatro días me preguntó por ellos”.

“Me sentía fatal, pensando en mis hijos más que en nada, y en qué decirles. Cada día llegaban malas noticias, lo único que podía hacer era rezar. En su caso, ocurrió un milagro”, prosiguió Bufano, que sabe que a su marido todavía le queda un largo camino por delante. Polonara también es consciente de ello, aunque mantiene la esperanza de pisar de nuevo la cancha con el Dinamo Sassari: “Llevará tiempo. Tengo que comprometerme con la fisioterapia”.

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