Movistar Estudiantes-Betis: la “guerra” del WiZink Center

“Me parece que va a ser una guerra de principio a fin”. Patricio Garino fue contundente cuando se le preguntó (desde los medios del club) cómo será el partido que enfrenta este domingo en el WiZink Center (18:00 horas, Movistar+ y LaLiga+) a su Movistar Estudiantes con un Real Betis que ha dado un paso mayúsculo con respecto a la temporada pasada.

Con los problemas de propiedad y de dinero resueltos, los andaluces configuraron este verano una de las mejores plantillas de la Primera FEB (antigua LEB Oro). Ficharon en grandes candidatas: solo sobreviven Brooks de Bisschop, Pablo Marín y Adrià Domenech del grupo que cayó ante el Estu en el playoff de la temporada pasada. Pero también mucha calidad, con Vitor Benite, David Jelinek (baja por una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho), Alex Renfroe, Dino Randoncic, Aleksander Cvetkovic. Todos ex ACB. Y, claro, Mark Hughes, un anotador de raza que emigró desde el Estudiantes a Alemania en 2023 para regresar a España este verano.

“El Betis tiene muchos nombres, mucha experiencia, mucha trayectoria dentro del equipo que juega muy ordenado y sabe a lo que juega”, continúa Garino. “La clave es jugar los 40 minutos con la intensidad y la concentración que solemos demostrar. Y si lo hacemos, vamos a tener unas grandes posibilidades. Pero no será nada fácil contra un equipo tan físicos como el Betis”. Los sevillanos son la mejor defensa del campeonato con 68,3 puntos recibos de media. Los colegiales, que sufren 79,7 tantos por encuentro, son el segundo mejor ataque con 89,2 puntos por duelo.

El Estudiantes llega a la cita con sensaciones contradictorias. Los colegiales enlazan tres triunfos seguidos, dos de ellos fuera de casa, en los que tuvieron largos ratos de baloncesto de muchísima calidad… pero también de desconexiones alarmantes, que permitieron a los rivales escalar en el marcador, recortar brutalmente la distancia para soñar con la remontada. Estas nunca se completaron, pero dejaron mal cuerpo en jugadores, staff técnico y aficionados. Repasemos.

Las desconexiones

Frente al Palencia, los ramireños se pusieron 19 puntos arriba (41-60) en el tercer cuarto, en el minuto 23 del partido. 13 minutos después y con un parcial de 32-17, los castellanos llegaron a situarse a tan solo cuatro tantos (73-77). Susto.

Contra el Zamora, la diferencia fue de +21 (70-49). Corría el minuto 25 del encuentro. 14 después, el marcador era 88-82. Ya no quedaba tiempo, pero el parcial de 18-33 fue otro aviso a navegantes que nadie debió escuchar porque el pasado sábado, en Menorca, los colegiales casi pierden una ventaja de 18 puntos (39-57) en apenas 8 minutos: del 29 al 37, parcial en contra de 24-12 (63-69) y a volver a ponerse el mono de trabajo.

“Creo que tal vez bajamos un poco el pie del acelerador, que nos relajamos pensando que el partido está terminado. Pero cada equipo que juega contra el nosotros, quiere demostrar, está supermotivado y tiene una energía extra. Tenemos que tomar estos partidos de experiencia y que no vuelva a suceder, que los partidos son de 40 minutos y hay que jugarlos enteros”, subraya Garino, uno de los grandes pilares esta temporada en el equipo. El argentino promedia 9,8 puntos con un sorprendente 66,7% desde el triple. La zona lateral es su espacio de caza y este domingo quiere volver a disparar para que el Estudiantes dé un paso más en su sueño del ascenso.

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