Movistar Estudiantes 2025: el sueño del ascenso y el fin de la deuda
Los colegiales son colíderes de Primera FEB junto al San Pablo Burgos con un balance de 13-1. En octubre, en principio, último pago a Hacienda.
El Movistar Estudiantes abre 2025 con mucha ilusión en el futuro. Los colegiales empiezan el año como colíderes de la Primera FEB (antigua LEB Oro) junto al Sïlbo San Pablo Burgos con un balance de 13-1. En sus cuatro años en Segunda, los madrileños nunca habían ganado tanto en las primeras 14 jornadas.
Si sumamos la novedosa Copa España, el número alcanza las 17 victorias y tan solo 2 derrotas. Eso sí, la última, en el Coliseum de Burgos frente al San Pablo, deja al Estu prácticamente eliminado del torneo del KO: 96-58, un -38 que los ramireños tienen la opción remota de remontar el próximo martes 7 de enero en el Movistar Academy Magarinos… aunque nadie confía.
Tampoco le importa a nadie. Ni en el seno del club ni entre los aficionados. Lo único que importa es el ascenso, regresar a la Liga Endesa tras cuatro años en el infierno. Tras quedarse dos veces a las puertas, en la Final Four de 2022 y en la de 2024. Girona y Lleida cerraron el camino al Estudiantes, que tiene claro que no debe jugar más a la ruleta rusa: subir como primero es el gran objetivo. El sueño de todos con el imprescindible duelo del domingo 12 de enero frente al Burgos.
Una prueba de fuego más tras superar las del Monbus Obradoiro, Súper Agropal Palencia, Real Betis Baloncesto y, la última, la del derbi madrileño contra el Flexicar Fuenlabrada. Una enorme victoria frente a un vecino que llegaba crecido, con una racha de 11 triunfos seguidos (la misma que presenta el Estu ahora), y que se encontró el enorme muro azul que construyeron en el Movistar Arena (antes WiZink Center) Francis Alonso (30 puntos) y Miha Andric (17 tantos). Entre los dos, 9 de 13 en triples.
Jayson Granger
Pero, sobre todo, Jayson Granger. Al uruguayo se le queda pequeña una competición que lidera en asistencias (6,6 de media) y en valoración (21,3). En anotación, es segundo con 16,4 puntos por partido. Por encima, solo Lance Jones. El escolta del Tizona Burgos promedia unos escandalosos 20,6.
Pero no solo anota. Lo hace cuando debe hacerlo. Frente al Ourense, hizo 14 puntos entre el último cuarto y la prórroga para remontar y dejar la victoria en Madrid. Y ante el Betis, 7 de sus 13 tantos llegaron en los últimos 80 segundos para pasar del empate a 76 al 86-82 final. Pero nada comparado a lo de Morón: el sudamericano descerrajó 15 de sus 25 tantos en los últimos 9 minutos (incluidos los 5 del tiempo extra) para saltar del 79-64 en contra y solo 04:32 por jugar al 93-99 del desenlace ante el colista. El Fuenla lo sufrió de arranque (15 puntos), no de final. Pero tras el primer cuarto, Granger dio una lección magistral de control del ritmo del encuentro. Todo lo que pasaba era por su obra y gracia. El Flexicar nunca tuvo opciones reales de robar el triunfo en su visita a la calle Goya.
El base es el pilar de una plantilla que ha encontrado en la garra de Héctor Alderete la pieza que equilibra el quinteto titular y permite dar más rango de fuego a la segunda unida. Un jugador que dota de más poso y carácter a un Estudiantes que es el segundo en anotación de la categoría (88,5 por partido) y en valoración (97,8), y el quinto en asistencias (16,4). Y que tiene su punto negro en el rebote defensivo: 10º con solo 23,3 por enfrentamiento.
Deuda y patrocinio
Pero los ramireños no solo libran batallas en la cancha. En los despachos, en el plano económica, pelean la más importante y que parece tener un final a la vista. El Estu lleva desde 2010 con la pesada carga de una deuda privilegiada con Hacienda de 7,6 millones de euros. En total, con los créditos del concurso de acreedores, la cifra ascendía hasta los 10,8.
Después de muchos problemas, con pagos no realizados, incluidos, los estudiantiles llegaron a un acuerdo en diciembre de 2021 con la Agencia Tributaria para dividir los últimos 4,1 millones en cuatro ‘cuotas’. Las tres primeras (2022, 2023 y 2024) por un valor de poco más de un millón y sin los intereses de demora devengados cuyo importe de 2,2 millones se deben pagar en octubre de este año.
Una cantidad complicada para las sufridas arcas de un Estudiantes que siempre tuvo en mente alargar esa parte de la deuda troceándola en más años. Y que también debe llevar a un nuevo acuerdo de patrocinador con Movistar. Ambas partes llevan unidos desde 2014. La última renovación se produjo en 2020 y termina en este 2025. Se confía en que está se alargue.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.