Mike James se queda fuera de EE UU: “Maldita sea”

Estados Unidos participa este verano en el Americup, que se disputa en Nicaragua del 22 al 31 de agosto, con un roster muy diferente al que se colgó el oro en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Nada de estrellas de la NBA. Nada de Kevin Durant, Stephen Curry y LeBron James. La imagen de la selección norteamericana estará en manos de la mayoría de los internacionales que, durante el invierno, en el calendario de clubes, disputan las Ventanas de clasificación: Javonte Smart, Jahmius Ramsey, Langston Galloway, Rob Baker…

Un grupo de jugadores que cerraron el pase a esta Americup con cinco victorias en seis partidos. La única derrota, ante Cuba en La Habana. Y al que se suman jugadores de la Euroliga como Jerian Grant, desde 2023 en el Panathinaikos griego, para enfrentarse con Bahamas, Brasil y Uruguay en la fase de grupos. Otros se han quedado fuera a pesar de que es mejor que los 12 llamados por Paul Silas. Como Mike James, que nunca se ha vestido con la camiseta de Estados Unidos.

Una situación que desespera al base del AS Mónaco (34 años y 1,85 m): “Maldita sea, otra vez fallaste el corte. ¡Rayos! ¡Público difícil!”, escribió en redes sociales junto a una lista de convocados en la que no está a pesar de ser uno de los mejores jugadores estadounidenses en Europa. James es el máximo anotador de siempre en la Euroliga con 5.276 puntos.

El jugador de Portland, con una capacidad insultante para desequilibrar duelos en suelo continental, tuvo un final de temporada complejo. Tras rozar la corona continental con el Mónaco, que cayó en la final frente al Fenerbahçe, sufrió una pequeña lesión en el antebrazo.

Un problema físico al que acompañó una medida disciplinaria que le apartó del equipo y le impidió disputar el playoff de la Liga francesa: “Mike James fue apartado temporalmente de las actividades del equipo tras un incidente extradeportivo que, si bien no estaba relacionado con su conducta como jugador, afectó a su recuperación y requirió una revisión interna”.

El estadounidense, siempre volátil, lanzó un órdago y se dejó querer a pesar de tener contrato hasta 2027. El voraz Hapoel de Tel Aviv le rondó. También comunicó a la ACB su interés por volver a España, a una Liga Endesa en la que el Baskonia tiene sus derechos. Finalmente, todo se resolvió y continuará el próximo curso en el Mónaco.

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