Megan Gustafson: buen rendimiento, mejor integración
La pívot (27 años y 1,90 m) hizo su debut oficial con España en este Preolímpico. Es la quinta nacionalizada en jugar con la Selección femenina.
El pasado 13 de junio de 2023, dos días antes de que la Selección hiciera su debut en el Eurobasket de Israel y Eslovenia, vino con sorpresa: la nacionalización, por carta de naturaleza, de Megan Gustafson. La pívot de Port Wing, un pequeño pueblo de apenas 200 habitantes al norte de Wisconsin (Estados Unidos), se convertía en el caso Lorenzo Brown del baloncesto femenino: sin ningún tipo de vínculo directo con España, la FEB vio en la jugadora de London Lions inglés una pieza importante para tapar el hueco interior del equipo, enorme por la baja por maternidad de Astour Ndour.
La idea original era que Gustafson estuviera ya en el Eurobasket, que se cerró con una plata, pero el proceso se retrasó y no acudió. Hubo que esperar a la preparación de las Ventanas de noviembre para verla con la camiseta española y al pasado jueves 8 de febrero para que hiciera su debut oficial en la primera jornada del Preolímpico. La pívot se convirtió ante Japón en la quinta nacionalizada en jugar con la Selección femenina (la primera estadounidense) tras Puri M’bulito (1986), Sancho Lyttle (2010), Vanessa Blé (2012) y Astou Ndour (2014).
Su actuación en Sopron (Hungría), donde España obtuvo su billete para los Juegos de París 2024, fue de menos a más. Contra las niponas, se la vio algo perdido, sobre todo en defensa… aunque todas las jugadoras de Miguel Méndez se volvieron locas persiguiendo las sombras de unas niponas que ganaron por 75-86. Frente a Canadá, en la segunda jornada y primera victoria (55-60), estuvo más suelta, más acertada, más transcendental con 16 puntos (2 de 3 en triples) y 15 de valoración. Sus 15 tantos contra Hungría fueron parte de los ladrillos que cimentaron la remontada (73-72). Cerró el torneo húngaro como la tercera máxima anotadora (14,3 puntos de media) y quinta en valoración (14,7 créditos).
“Lo que nos aporta, principalmente, son puntos. Es una jugadora con una facilidad de anotación muy grande y aporta desde su faceta”, radiografió a Gustafson para AS Laura Gil. Pero al margen de su rendimiento en cancha, lo que más destaca de la estadounidense es su nivel de integración dentro de un grupo al que es muy fácil integrarse: “Forma parte del equipo, es una más”, continuó la pívot del Avenida.
Megan Gustafson y su compromiso
Esa línea de compromiso es compartida por otras compañeras como Alba Torrens: “Se ha adaptado muy rápido al equipo. Hay cosas en las que intentamos ayudarla un poquito más las que llevamos más tiempo en el equipo, pero su adaptación ha sido rápida. Es una más del equipo y entre todas creo que estamos aportando para su integración”. María Conde, en AS, secundó a la capitana de la Selección en ausencia de Silvia Domínguez: “Está muy contenta de estar aquí. Es bonito ver a la gente ilusionada por estar y que tiene esa oportunidad. Se está intentando integrar con todo el mundo”.
Y todo eso con el idioma como barrera: “Hace muchos esfuerzos por entendernos, por encontrarse, por comprender al cuerpo técnico en los entrenamientos, que al final es un idioma que ella no conoce”
En ese sentido, antes de los partidos, con todas las jugadoras en círculo en la charla de Miguel Méndez sobre la cancha, era Laia Palau, Team Mánager del equipo, la que hacía de traductora para la estadounidense. “Está con el Duolingo y todas estas cosas, aprendiendo. Algunas respuestas te las da en español e intenta enterarse… pero son tantas cosas, tantos estímulos que está todavía, la pobre, tratando de ubicarse”, subraya María Conde sobre una nueva compañera que en la cena final del Preolímpico dio un pequeño discurso de agradecimiento por presión popular por todo lo pasado en Hungría… aunque todavía no se lanzó con el español. Ya llegará.