Pascua: “Este convenio es la línea de salida”

Lucila Pascua (Barcelona, 1983) atendió a AS durante la presentación de la Liga Femenina Endesa. Un campeonato que por segunda temporada seguida se regirá por el nuevo convenio colectivo, que firmaron el pasado mes de noviembre tanto la AJUB (Asociación de Jugadoras), que preside Pascua, y la Asociación de Clubes en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Este convenio, que sustituye al de 2008, regula el suelo mínimo de las jugadoras (16.000 euros brutos) y las jornadas laborales (se elimina la parcialidad de los contratos), las vacaciones, entre otros asuntos. Se establece una comisión paritaria para la solución de conflictos y el compromiso para la conciliación de la vida familiar y profesional.

En cuanto a la maternidad será el Real Decreto 1.006/1985, ley de rango superior al convenio, el que marca las pautas para las jugadoras tras su modificación para este tema el pasado 26 de junio.

¿Por qué era necesario un convenio colectivo para la Liga Femenina Endesa?

Sobre todo, para regular la actividad profesional especial que tienen las jugadoras de baloncesto. Buscábamos marcar unos mínimos a cumplir para que las jugadoras sean profesionales. Este convenio es muy parecido al primero que tuvieron las futbolistas, pero con algunos arreglillos y diferencias.

El último convenio firmado era de 2008, ¿por qué se tardó tanto en tener uno nuevo?

Porque desapareció la Asociación de Clubes que había en esos momentos. Necesitábamos una patronal que ratificase el convenio al sindicato y esta surgió de nuevo hace cuatro o cinco años. Luego, nos tuvimos que sentar, hablar y negociar un nuevo convenio.

Ha sido un trabajo duro, supongo.

Sí. Porque, además, ni el sindicato ni los clubes somos entidades profesionales. Entonces, buscar el hueco para reuniones… Utilizábamos las Copas de la Reina, las Supercopas… donde todos podíamos coincidir. Hubo mucha reunión online para facilitar el trabajo. Ha sido duro conseguir que todo el mundo estuviera en este mismo barco porque hay gente que es un poco reticente al cambio, que lo desconocido no le gusta mucho. Intentamos que todo el mundo estuviera en la misma dirección, se dio y lo aprovechamos.

¿Cómo lo han recibido las jugadoras?

Espero que se lo hayan leído todas, que hayan hecho los deberes (ríe). Mucha gente nos ha felicitado. Hay jugadoras que lo cumplen con creces y desde hace años, pero siempre digo que en AJUP trabajamos para que las que menos tienen obtengan unos derechos mínimos. Muchas veces damos por hecho que se tienen y no es así, y hay que dejarlos por escrito. Las jugadoras contentas están contentas y han estado muy colaborativas con todo.

¿Qué es lo que más le gusta de este nuevo convenio?

Todo. Hay que tener en cuenta que este es un convenio de mínimos. Había que establecer una línea de salida para luego ir mejorándolo año tras año como se habló con los clubes. Un ejemplo, el salario mínimo. Las jornadas completas son importantes porque cuando eres jugadora no te das mucha cuenta, pero cuando ves tu vida laboral, tienes que pedir el paro, cambio mucho si tu trabajo es a tiempo completo o parcial. En el caso de un accidente, si estás a completa, estás cubierta. El subsidio sería diferente con uno parcial. Las vacaciones pagadas también son claves.

Dentro del convenio se habla de la inserción de las jugadoras en el mercado laboral, ¿qué pasos se dan en ese aspecto?

Lo que queríamos era que las jugadoras pudieran tener la opción de cursos de formación cuando estuvieran en el parto como cualquier trabajador. Pero al final, desde el Ministerio de Trabajo no salió. Sin embargo, tenemos más ideas. Queremos hacer proyectos para que las jugadoras que se retiren puedan tener posibilidades de conseguir un empleo. Al final, como jugadora, cuando te retiras, solo has jugado al baloncesto y ninguna empresa quiere gente sin experiencia. Debemos desarrollar este plan al margen del convenio. Y hay que hacerlo porque las jugadoras tienen derecho a la formación al igual que cualquier otro trabajador.

En cuanto a la conciliación familiar, la maternidad, señalasteis que se regulará a través de la Ley del Deporte, pero ¿queréis introducir algún elemento adicional en el futuro?

El 26 de junio se registraron unos artículos añadidos al 1.006 (artículo 7 bis) que dicen que todas las deportistas profesionales o asalariadas tienen derecho a la renovación por un año de contrato si se quedan embarazadas (o están en proceso de adopción). Esto no está en el convenio, está en el Real Decreto 1.006/1985, está en la ley que regula la relación especial de los deportistas profesionales. Pero hay que reiterarlo porque muchas jugadoras no lo saben. Si una jugadora se queda embarazada, tiene derecho a seguir en dinámica de club y que este les facilite, si quiere, viajar con el equipo, estar con sus compañeras y a renovarla un año.

Este convenio, ¿a qué nivel de profesionalismo deja al baloncesto femenino?

Esta Liga no puede ser profesional como la de fútbol, que es una SAD. Nosotras estamos bajo el paraguas de la FEB. Para la profesionalización hay que tener, en principio, un convenio, un área que fuera propia y regulada dentro de FEB. Tener una estructura propia. La profesionalización empieza porque los clubes tengan estructuras para pagar la seguridad social de las jugadoras, por ejemplo. Lo importante es que establezcan las bases mínimas para conseguir las condiciones dignas de un trabajador.

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