Lessort se queja de la victoria de España: “Hay falta en ataque en la última jugada”

La victoria de España en el Eurobasket Sub-18 ha dado la vuelta al mundo. El espectacular triple de Guillermo Del Pino constató una remontada épica que permitió a la Selección hacerse con el torneo de la forma más increíble posible. Un botín excelente que ha crecido gracias a la obra de arte de un base que apunta al futuro y que culminó una hazaña prácticamente impensable: a falta de 41 segundos, Francia estaba 8 arriba (71-79) tras un gran mate de Yimga. El oro era suyo. La gloria era bleu. Pero el pundonor de la Selección apareció de manera tan inopinada como merecida y significó también que la bestia negra de los franceses siguen siendo la misma que ocurrió a nivel absoluto con la generación dorada. Una casualidad poética que se mantiene también en categorías.

Todo eso fue para levantar por sexta vez en la historia el cetro europeo en la categoría. Es la 15ª medalla en la historia para España en Sub-18 (la cuarta del verano para el baloncesto español, la primera masculina). Nadie tiene más. Y solo la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) tiene más oros, 8 frente a los 6 de España. Otro gran dato que demuestra que hay presente y mucho futuro y que los éxitos del pasado a buen seguro se podrán emular si se siguen haciendo bien las cosas.

Eso sí, no todo el mundo está contento con la victoria de España. Especialmente Mathias Lessort, jugador francés que pertenece a la plantilla del Panathinaikos. Con 29 años, el pívot es uno de los interiores más destacados de Europa y en 2024 tuvo un año idílico, cuando ganó la Euroliga de la mano de Ergin Ataman con el equipo verde y también la plata olímpica en París, donde los franceses cayeron en la lucha por el oro ante los de siempre, el Dream Tream de Estados Unidos. El center se ha quejado de la última jugada del partido y ha asegurado que hay una falta en ataque que es muy clara y que habilitó la posición de Del Pino, que se liberó así de su marca para anotar.

La realidad es que Lessort podría tener razón. La última jugada proviene de un saque de banda en el que España busca a Del Pino, su mejor tirador, para poder forzar la prórroga o ganar el partido. El primero bloqueo de Gildas Giménez es perfectamente legal. Pero el segundo de Chiek Diallo es en movimiento y hace caer al suelo al defensor que iba detrás del base cordobés. Esto permite al playmaker lanzar en una posición mucho más cómoda de la que habría tenido si no hubiera tenido lugar la acción. En Francia se ve como en el banquillo se levanta un solitario jugador para abrir los brazos, pero nadie más participa en la protesta y en un primer momento todo el mundo se está fijando en si se anota el lanzamiento. Cosa que ocurrió. Y, por mucho que le pese a Lessort y a todo el que opine igual que él, ya no se puede hacer nada al respecto.

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