Los éxitos tampoco han parado en la FEB en un año de transición, con cambio en la presidencia después de la decisión de Jorge Garbajosa de embarcarse en el reto de presidir FIBA Europa. A Elisa Aguilar le va a tocar mimar al carro de talento que viene desde abajo. El baloncesto masculino español no ha dejado de gotear estrellas desde los júniors de oro de Lisboa. Pero ningún equipo había repetido la gesta hasta este verano en Debrecen. El ciclo olímpico que va de París a Los Ángeles alumbrará la llegada a la absoluta de jugadores que empiezan a estar en todos los corrillos.

A Aday Mara, que ha volado este verano a Estados Unidos para aprender en esa universidad con liturgia que es UCLA, ya lo tuvo Sergio Scariolo más días incluso de los que en principio tocaba este verano entrenándose con el equipo absoluto que fue al Mundial. Algunos de los que le vieron entrenar en The Embassy (Málaga) se quedaron prendados. Mara, 2,21 metros, es la joya de la corona. Pero no la única. Hasta cuatro jugadores están proyectados como primeras rondas del draft el año que viene: además de Mara, Almansa, Miller y Juan Núñez, que por edad podía haber estado jugando en Debrecen y estaba licenciándose ya con la Absoluta en Yakarta. Y por detrás viene De Larrea, otro jugador realmente especial. Tal vez, el baloncesto español esté preparando un nuevo desembarco en la mejor liga del mundo. Y cuando lleguen los veranos, van a tener el mejor tutor posible en Scariolo. Uno sólo puede imaginar días buenos con los chicos, pero también con las chicas, subcampeonas del mundo en Madrid con dos jugadoras sumamente especiales. Iyana Martín y Awa Fam. Grandes tiempos se avecinan.

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