La lesión de Carrera y el camino olímpico de España: un agujero y una decisión
La grave lesión de Raquel Carrera con el Valencia Basket obliga a repensar el equipo que España llevará a los Juegos Olímpicos. Miguel Méndez tiene trabajo.
La Selección Española se prepara para los Juegos Olímpicos y lo hace con dudas. Sólo uno de los dos equipos está clasificado y se ha llevado un palo este mes de marzo poniendo la mente en el de julio. Mientras el masculino tendrá que clasificarse en el previo que se jugará en Valencia, el femenino tiene el billete que se ganó en Hungría pero se acaba de quedar sin una de sus referentes. Raquel Carrera, pívot del Valencia Basket, no estará en la cita salvo milagro.
Carrera, jugadora de 22 años nacida en Ourense, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en el partido de cuartos de final de la Copa de la Reina que su equipo disputó en Huelva ante IDK Euskotren. Es una lesión que requiere entre seis y ocho meses de recuperación.
El Valencia Basket también pierde a una de sus jugadoras más eficientes, pero sin ella han sido capaces de ganar el torneo copero ante rivales como Estudiantes o Zaragoza. En el club, que ya ha acabado su periplo en la Euroliga y sólo tiene la Liga como objetivo hasta que termine la temporada, la esperan para la próxima campaña. Tiene un contrato en vigor que se mantiene hasta el verano del año que viene. Para la Selección ese margen, obviamente, no existe.
El hueco que deja Raquel Carrera
Carrera es la pívot titular de la Selección. Cogió el mando después en el impás de 2022, tras el ciclo de Lucas Mondelo y después de que España no se clasificara para el último Mundial. Para los Juegos Olímpicos el seleccionador Miguel Méndez necesita recalibrar su juego interior para hacer frente a esta baja, que es importante. A la ya habitual presencia de Laura Gil (Perfumerías Avenida) se añaden jugadoras como Irati Etxarri (1,89 metros, Spar Girona, 25 años), Paula Ginzo (1,89 metros, Barça, 26 años) o Nerea Hermosa (1,96 metros, Casademont Zaragoza, 22 años). Contando, claro, con que la nueva nacionalizada, Megan Gustafson (London Lions), es válida en la posición de ala-pívot. Una opción más se abre paso, pero supone un problema burocrático: el regreso de Astou Ndour, que ha vuelto a las pistas destacando sobremanera en Gran Canaria, después de la maternidad que la apartó del baloncesto durante el último año. Sólo una de Gustafson o Ndour podría jugar, al ser ambas naturalizadas, según la reglamentación de la FIBA. Decisiones que tomar.
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