La Cibona, en situación de emergencia
El histórico club de Zagreb desde el que saltó a la fama el inolvidable Drazen Petrovic está en bancarrota y en serio riesgo de desaparición.
Los Vukovi (los lobos) de Zagreb, el Kosarkaski Klub Cibona: la vieja Cibona es uno de los grandes clásicos del baloncesto europeo. Un equipo formado en 1946 y que ha ganado dos Copas de Europa (1985 y 1986), dos Copas Saporta, dos Copas Korac, una Supercopa de Europa y veinte ligas en Croacia. El equipo, por encima de todo, de Drazen Petrovic. La leyenda que da nombre a un pabellón en cuyo techo ondea para siempre su número 10, retirado junto a los de Mihovil Nakic (4), Andro Knego (11) y Marin Rozic (20).
La Cibona, un nombre infaltable del maravilloso baloncesto balcánico, se muere. Sus cuentas bancarias están bloqueadas desde hace 120 días y sus monstruosas deudas la han llevado a una situación de bancarrota. Ahora mismo, y según información de Basketnews, la situación es extrema: no puede participar en las competiciones nacionales de Croacia y no puede fichar jugadores. Tiene por delante 45 días clave para su historia. En ese tiempo tiene que convencer a las autoridades de que su reestructuración en los despachos puede conseguir que la entidad salga del oscurísimo agujero financiero en el que está metida. Si no, se verá abocada a la desaparición.
Hace once días, a las puertas de entrar oficialmente en bancarrota, el club anunció reestructuración y conversión en sociedad anónima: “Pese a los grandes esfuerzos que se han hecho y a la aparición de importantes recursos financieros, la situación todavía es muy delicada. Se necesita diálogo y soluciones válidas para todas las partes, pero sobre todo hay que garantizar la supervivencia de un club histórico, un gigante del baloncesto como el KK Cibona”.
Durante la temporada pasada, los jugadores llegaron a ponerse en huelga por impagos. Tanto ellos como el cuerpo técnico siguen teniendo pendientes de cobro cantidades de ese curso pasado, 2022-23. Esto, en una situación que ya se había dado en temporadas anteriores, llevó al bloque de las cuentas de la entidad y a que el equipo no pueda ser inscrito por la Federación Croata en las competiciones locales. Cualquier cantidad de dinero que pueda entrar, tiene que ir primero a saldar esas deudas con los trabajadores. De esta forma, la Cibona cuenta ahora con solo cinco jugadores en su plantilla. El resto del roster se está completando con chicos de las categorías de formación.