Italia baja de la nube a Georgia
Aunque los caucásicos complicaron por momentos a los trasalpinos, un tiempo muerto clave de Pozzecco en el tercer cuarto cambió el rumbo del partido. El madridista Procida, otra vez cero minutos.
Golpeada por Antetokounmpo el primer día del torneo, Italia se levantó y firmó su primera victoria (78-62) en el grupo C. Su víctima fue Georgia, a la que bajó de la nube después de su gesta contra España. La selección de Aleksander Dzikic presentó batalla tres cuartos, pero acabó exhausta ante un equipo más coral. Esta vez, Bitadze y Mamukelashvili, este último eliminado prontísimo con cinco personales, no fueron suficiente. Italia ofreció más recursos y se mostró como un equipo más atlético gracias a Niang y Diouf. Los azzurri supieron, además, ensanchar la diferencia al final del partido, lo que beneficiará en caso de posibles empates.
Un tiempo muerto providencial de Gianmarco Pozzecco en el minuto 24 cuando Georgia se había lanzado a por el partido (37-41) cambió el rumbo en Limasol para Italia, que con un parcial de 10-0 volvió a liderar el partido y consiguió destruir la energía del rival. A las estrellas caucásicas se les hizo largo el partido al punto de generar frustración. Además de la quinta personal de Mamukelashvili, el barcelonista Shengelia fue descalificado por las dos técnicas. Shermadini, además, no parece para grandes empresas en el torneo. Italia hizo valer su rotación, lo que le permitió llegar al final con más energía.
Saliu Niang y Diouf le dan un punto físico a un equipo coral que Pozzecco ha ido modelando con paciencia en los últimos años. Pajola, Spagnolo, Fontecchio, Spissu, Melli o Ricci forman una columna vertebral en la que aún no ha entrado Procida (flamante fichaje del Madrid, aún no ha debutado en el torneo) pero sí el naturalizado Darius Thompson, que acudió a la llamada de Italia cuando se confirmó la ausencia de Donte DiVincenzo, que había obtenido un pasaporte exprés pero al que una lesión apartó del Eurobasket. Tres italianos, Niang (15), Diouf (13) y Fontecchio (14), pasaron los diez puntos; y Melli y Ricci, jugadores interiores pero con amenaza exterior, se quedaron en ocho por barba. Aunque le costó cocinarla, Italia se acabó gustando (sumó 20 asistencias) y confirmó las buenas sensaciones que dejó el primer día pese a la derrota contra Grecia.
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