Héctor Alderete: “Pensé que el baloncesto me tenía manía”

Madurar es un proceso lento, lineal, progresivo, que Héctor Alderete ha roto con tan solo 22 años. El madrileño (2,02 metros) ha nadado por unas aguas muy turbulentas en una carrera profesional que siempre que nacía, se hundía a plomo hacia el fondo. Porque sin apenas empezar a andar, las lesiones se cruzaba en su camino con tres de gravedad en los últimos cuatro años.

En febrero de 2019, Ettore sufrió una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda durante un entrenamiento. El proceso de recuperación le llevó diez meses. En enero de 2020, volvía con el filial de Liga EBA ante el Uros Rivas en el Magariños. Jugó 17 minutos y acabó con 7 puntos y 5 rebotes. No repetiría experiencia con el B: la rodilla dijo de nuevo basta. El quirófano esperaba otra vez. Esta recaída le tuvo en el dique seco hasta el 16 de enero de 2021.

Y como no hay dos sin tres, en abril de 2023, tuvo otra rotura de ligamento cruzado anterior y menisco interno, pero de la rodilla derecha, durante un entrenamiento.

Adiós a la temporada y adiós al club en el que había crecido desde los tres años: en verano de 2023, ambas partes decidieron separar sus caminos, por lo menos un tiempo. Un paréntesis que llegó a su fin el pasado mes de julio cuando Alderete y el Estudiantes se reunieron de nuevo.

Bien está, lo que bien acaba. Y, sobre todo, para uno de los jugadores más queridos por la afición, un madrileño que ha ascendido desde el minibasket ramireño hasta codearse con los mayores y que este domingo (18:30 horas, Movistar+) redebutará en Primera FEB (antes LEB Oro) ante el recién ascendido Monbus Obradoiro.

Un choque de Liga Endesa entre dos gigantes que batallarán por ascender con plantillas completamente renovadas. Los colegiales, con nueve incorporaciones; los gallegos, con solo Álvaro Muñoz del año del descenso. Gonzalo Rodríguez se estrena en el banquillo tras 14 temporadas seguidas de Moncho Fernández en Santiago. Un bonito enfrentamiento para abrir la temporada.

Plantilla del Movistar Estudiantes

Plantilla del Monbus Obradoiro

Entrevista a Héctor Alderete

Bienvenido a casa, ¿cómo se siente de nuevo con la camiseta del Estu?

Estoy muy contento de volver a estar aquí. Al final, esta es mi casa, me dieron la oportunidad de regresar y fue una decisión fácil.

¿Cómo se dio su vuelta?

Tenía claro que quería jugar, que quería a hacerlo a un alto nivel. Contactaron conmigo al principio del verano y mi representante y yo no lo vimos claro. Al final del verano, volvieron a hablar conmigo y me propusieron unas condiciones que me parecían bastante buenas, que me convencieron. Sobre todo, en lo deportivo. Y conociendo la casa y siendo de aquí, no me lo pensé dos veces.

Imagino que el Estudiantes no sería el único que se interesaría por usted…

Bueno, hubo algunos equipos que se interesaron, pero yo en el momento que escuché Estudiantes, mis ojos se iluminaron y fue una decisión muy sencilla.

Lleva seis partidos ya entre Copa España y amistosos, ¿cómo se ha visto?

Bien. Me siento bastante bien. Creo que física y anímicamente he cogido el ritmo que necesitaba. Me encuentro bastante bien dentro del equipo, de la rotación. Estoy bastante cómodo con el rol que tengo. Y a disfrutar, que lo estoy haciendo mucho.

¿Qué ha hablado con Pedro Rivero, qué quiere de usted?

Que dé todo de mí. Que cuando salga a la pista se note mi presencia. Sobre todo, en defensa, aunque también en ataque. Y que dé el 100%. Que me deje todo en la pista. Y es lo que estoy tratando de hacer.

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Cómo ve este año al equipo… no está mal.

Lo veo bien. Lo dije ya el primer día: es un equipo bastante equilibrado, que está muy bien hecho. Hay muy buena armonía entre veteranos y jóvenes, y de momento (sin haber empezado la temporada y siendo muy pronto) ha funcionado bien durante la pretemporada.

Volvamos al 23 de marzo, cuando vuelve a las canchas en EBA, ¿qué sintió?

Bien. Un poco de nervios. El primer partido siempre es ilusionante. También hay poco de respeto al volver, al pisar de nuevo la pista tras tanto tiempo. Fue un día muy bonito para mí, me lo pase muy bien. Con un poquito de nervios y de incertidumbre a la hora de entrar, pero cuando empecé, ya estaba como pez en el agua.

¿Siente que ha tenido que madurar más rápido de lo normal a sus 22 años tras enlazar tres lesiones graves en apenas cuatro años?

Sí, sí. De eso me he dado cuenta. Las lesiones me han ayudado a madurar más rápido, a ver la vida de otra manera, a tomarme las cosas de manera diferente… Puede que haya gente que tarde un poco más de tiempo porque cada uno madura de manera diferente, pero las lesiones, al ser un palo tan duro… He estado solo, trabajando muy duro, y sí he madurado de una manera diferente de cómo el resto lo ha podido a hacer. Pero yo estoy muy contento con la vida que llevo hasta ahora y no cambiaría nada. Estoy en un gran momento.

¿En algún momento pensó que el baloncesto le tenía manía?

Pues sí. Hay momentos muy delicados con las lesiones. Sobre todo, en el momento que te la haces y el postoperatorio. Para mí son los peores momentos. Y ahí sí que piensas que la vida es una mierda, que es lo peor, que qué has hecho para merecerlo… pero una vez que encuentras ese apoyo, que yo he tenido, de muchas personas y a las cuales estoy muy agradecido, y empiezas en frío a pensar las cosas de manera más clara, te das cuenta de que es algo que te ha tocado, que no puedes cambiarlo por mucho que tú lo pienses. Entonces lo más sano, lo más natural es asimilarlo y buscar soluciones.

El pasado verano se desvincula del Estudiantes y se encuentra fuera de la dinámica de un grupo, sin equipo. ¿Esa soledad no hace mucho más difícil todo el proceso de recuperación?

Hablé con mi represente (Quique Villalobos), con mi círculo cercano, y pensábamos que era la mejor solución, que la mejor vía para que yo me recuperara. Me rodeé de unas personas fantásticas, desde Quique hasta los fisios que tenía, mi prepa, los entrenadores que tenía. Les estoy eternamente agradecido por todo el año que he pasado con ellos, que ha sido espectacular y en el que he aprendido muchísimo. Fue una decisión correcta porque me he recuperado a las mil maravillas. He estado rodeado de gente que sabe muchísimo y creo que fue una decisión acertada.

Al margen de todo lo físico, mentalmente habrá tenido un trabajo muy duro por delante...

Sí, esta es una persona muy importante que me he dejado, mi psicóloga (Sara Martínez Espejo). Empecé a trabajar con ella antes de lesionarme por otros motivos y una vez que me lesioné, intensifiqué el trabajo con ella porque las lesiones, y más cuando es la tercera, afectan más a la cabeza que al físico .Y trabajar con ella me ayudó muchísimo. Era prácticamente cada semana mirando puntos en los que podía trabajar y me ayudó a tomarme la lesión de una manera diferente a la que me la hubiese tomado si no estuviera con ella. Y muy agradecido por el trabajo con ella. Me vino genial.

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