Garuba, a contrarreloj
El madrileño debuta ante Lituania en la preparación después de su lesión en el tobillo izquierdo en una carrera contra el tiempo para llegar al Eurobasket.
Aparentemente recuperado de un esguince de grado dos en el tobillo izquierdo que interrumpió su proyecto en la Summer League 2022, Usman Garuba (9-3-2002), una de las grandes ilusiones del baloncesto español, jugará esta tarde en Las Palmas contra Lituania (19:30 horas) sus primeros minutos en la concentración previa al Eurobasket.
Garuba pertenece a ese grupo de jugadores algo ‘líquidos’ a los que Scariolo se refirió el pasado 9 de julio en una entrevista con este medio a la vuelta de Riga. “No ha sido, lamentablemente, una temporada en la que ninguno de los jugadores que tendremos este verano en el equipo, a raíz de su rendimiento este curso, pueda hacernos pensar en un salto de tres niveles dentro del ranking del baloncesto internacional. Me hubiese encantado que todo el mundo hubiese jugado una temporada positiva y, lamentablemente, no ha sido así. No sé si ni siquiera ocupan los dedos de la mano los que han jugado una temporada brillante”, dijo entonces el seleccionador.
Garuba, como Juancho Hernangómez; o Abalde y Abrines que ni siquiera estarán en el Eurobasket, no han dado el salto. Garuba apenas ha jugado 24 partidos con los Rockets en la NBA, más 11 en la G-League. En su caso, hay asteriscos que lo justifican. El salto a otro mundo, con la adaptación que conlleva salvo para elegidos tipo Gasol o Doncic; y, sobre todo, los problemas físicos. Garuba, además de estar sometido al ‘protocolo Covid’ y a sus problemas en el tobillo, fue operado de la muñeca izquierda. Lo suyo, ahora, es una carrera contra el reloj para llegar al Eurobasket.
De manera simbólica, la Selección terminó jugando los cuartos de final de los Juegos de Tokio el verano pasado con los dos Gasol en el banquillo, y Willy Hernangómez Geuer y Garuba defendiendo el castillo de la pintura. Este debería ser el verano de la confirmación, pero para eso habrá que comprobar que Garuba está listo para viajar a Tblisi. De momento, hoy podría jugar unos diez minutos.
A poco más de dos semanas del inicio del Eurobasket, ya es el momento de ponerse serio. Más allá de ganar o perder, Scariolo quiere que sus jugadores den pasos adelante, cumplan sus obligaciones y adopten el rol que les toca. Con Rudy y Llull eso no va a ser un problema. Resultó fantástico verlos volver a sentar cátedra en Madrid en el segundo amistoso contra Grecia. Scariolo tendrá que medir al milímetros sus esfuerzos en el Eurobasket. Sus minutos son oro. Más allá de esas dos leyendas, el equipo todavía tiene que organizarse.
Lorenzo Brown tiene hechuras y ha transmitido la sensación de que cuando gane confianza puede ser un jugador más importante aún en la Selección de 2022. Falta mucho más de Juancho, jugador de importancia capital en el Mundial de 2019 que tiene que encontrar su utilidad en el grupo. A Willy se le caen los puntos pero sus canastas, no obstante, necesitan también contenido real, jerarquía. Brizuela, Parra o Arostegui también necesitan afirmarse (ahí está destacando Pradilla). El rival del amistoso, por cierto, nada menos que Lituania: Sabonis, Valanciunas, Giedraitis, Jokubaitis. Potencial rival en octavos del Eurobasket. Pero de momento, miremos hacia España.