CanadáCAN
55
EspañaESP
60
Finalizado
PREOLÍMPICO 2024

España se reivindica y acaricia París

La Selección doblega en un partido de alta tensión a Canadá. Partido esplendido de Casas. Bien Gustafson y Gil.

María Conde lanza ante la defensa de Laeticia Amihere en el Canadá-España del Preolímpico de Sopron (Hungría).
José Ignacio Pinilla
Licenciado en Periodismo por la Complutense, comenzó en AS en maquetación en 2010. Tras su paso por fútbol, se unió en 2014 a baloncesto. Ha cubierto en directo la Supercopa de 2020, las Copas de 2020 y 2021 y partidos de España de las Ventanas. También el Eurobasket femenino de 2023. Escribió sobre la pandemia de la COVID en el confinamiento.
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Ganar o perder ante Canadá no importaba si solo pensamos en el objetivo final. Si solo tenemos en mente Francia, París, los Juegos, daba igual el resultado porque todo se decidirá el domingo, en la última jornada del Preolímpico de Sopron (Hungría), donde España se enfrentará a la anfitriona (17:30, Teledeporte). Pero, claro, no somos así, importa el camino y, por eso, el triunfo de España (55-60) sobre las norteamericanas es muy relevante. Fundamental. Es un puñetazo reivindicativo tras el revolcón frente a Japón. Es un gritar ‘aquí estoy yo’ de manual. Es más que una victoria, es la demostración de que este equipo no ha venido a tierras magiares a hacer lo mínimo. Son las subcampeonas europeas y nadie puede menospreciarlas. Si ganan a Hungría este domingo, estarán en la Ciudad de la Luz; si pierden, viajarán a la orilla del Sena con una victoria de Japón sobre Canadá. No hay más vuelta de hoja.

Fue una victoria, además, de las que gustan. Con nervio, en los últimos segundos tras sentirse fuera del partido, con el aliento de su rival encima. Fue un triunfo trabajado, heroico, en los últimos instantes después de una labor impagable de Queralt Casas (13 puntos, 6 robos) en ambos lados de la pista, de Megan Gustafson en ataque (16 tantos) y de Laura Gil en el robo (4), en el rebote (9), en la intendencia. De Cazorla y Ouviña, que rompieron el duelo en los últimos segundos. Y de la brillante defensa de Conde y Torrens sobre Bridget Carleton, que se quedó en solo 5 puntos y en un 1 de 13 en el lanzamiento.

España se reivindica y acaricia París
Laura Gil celebra una acción.Alberto Nevado / FEB

La Selección entró en el duelo como si continuará jugando frente a Japón: sin tiempo para respirar. Ni para pensar. Actividad de altísimo nivel, con manos intensas sobre las atacantes norteamericanas, que perdieron cinco balones en cuatro minutos gloriosos para las de Méndez, que se dispararon rápidamente hacia el 0-11. Casas y Cazorla martirizaron a Fields. Conde y Torrens, a Carleton, que se fue al descanso sin canastas en juego (0 de 6) y tres tiros libres. Pero no todo iba a ser coser y cantar, Canadá, cuarta en el último Mundial, se desperezó y supo aprovechar el cortocircuito español en ataque para remontar en cinco minuto, del 0-11 al 12-11 con una buena penetración de Sword.

No hubo nervios porque se entró en territorio Gustafson. La pívot enlazó los siguientes 7 puntos de la Selección, que fue arañando el marcador: del 14-18 al 18-28 de la mano de Conde. Entre medias, Casas, con acierto ofensivo (9 tantos) y una labor impagable atrás (2 robos y un número incontable de balones tocados). Ouviña puso el +13 (23-36). Al descanso, 25-36 con las principales amenazas interiores, Alexander y Achonwa, bastante limitadas por el rendimiento del trío Carrera-Gil-Gustafson.

La reacción de Canadá fue un martillazo sobre el pie español. En diez minutos, las de Méndez entraron en barrena en ataque: solo 9 puntos, sin continuidad. Respondiendo tímidamente a la brillantez de Alexander, que hizo 10 (cerró con 17) de los 23 tantos norteamericanos de ese periodo. Los parciales a favor de las de Lapeña, que se hicieron con el control del rebote, de las segundas opciones, llegaban como un trueno: 9-0 de arranque de cuarto, 8-0 en su recta final. Cuatro minutos secos para las españolas. Mucho viento a favor para un rival que se puso por delante en el minuto 25 (40-38) y logró el +5 en el 28 (48-43). Desde ahí, solo hubo tensión y golpes: Alexander era la que guiaba a las americanas; Gustafson, a las españolas.

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A falta de tres minutos, 55-53. Más tensión imposible… y apareció la España de los grandes momentos, la que se ríe de lo imposible y juega como nadie cuando el alambre es el único camino para llegar al objetivo. Aparecieron la mano de Cazorla desde el triple y la de Ouviña, que con dos disparos, uno debajo del aro y otro a media distancia colocó el 55-60 con solo 80 segundos para acabar. Set y partido. España acaricia los Campos Eliseos.

Así van los Preolímpicos.

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