La insaciable Sub-19 luchará por las medallas

Otro torneo más, una nueva oportunidad para aumentar el palmarés. Para agrandar un poco más un medallero insaciable para un baloncesto español que no tiene fin ni para su cantera de jóvenes promesas ni para su hambre. Voraz. Insaciable. Como reflejó la Sub-19 este viernes en un WiZink engalanado como en las mejores ocasiones y con un parqué novedoso compuesto por pantallas LED. La Selección se clasificó para las semifinales del Mundial tras derrotar a Lituania (67-49) con tres abrasadores cuartos y un último sufrido, inquietante, en el que las bálticas se subieron a las barbas españolas: llegaron a ponerse a tan solo 10 (55-45, minuto 35) después de verse 20 puntos abajo (49-29, minuto 28).

Fue el momento Awa Fam. La pívot (12 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias para 22 de valoración) tiró de repertorio: un bonito recurso de espaldas a canasta, una asistencia y un tapón para limitar el abordaje lituano, y dejar a Iyana Martín (18 tantos) que las rematará desde el triple, con dos de sus cuarto sin fallo, que valen un puesto para las semifinales y una revancha ante Juste Jocyte, la niña prodigio, y Lituania tras la derrota en la final del Europeo Sub-18 del pasado verano. Canadá espera este sábado. En la hipotética final, Estados Unidos o Francia.

Pero no fue solo cosa de ambas. Sin la inteligencia, paciencia y control de Elena Buenavida, la intensidad de Carla Brito y la presencia de Alicia Flórez el triunfo habría sido imposible. Enorme también Deva Bermejo. Siempre eligiendo lo mejor para una Selección que era pura alegría cuando el duelo terminó.

Las chicas de Bernat Canut no desaprovecharon la energía que transmitía unas gradas volcadas con ellas en un escenario inusual para esta categoría. No sintieron presión extra. Parecía que llevaban toda la vida jugando en un pabellón como el Palacio. Y, sobre todo, que llevaban toda la vida disfrutando de él. Salieron con la idea de someter a su rival, dejarle seco, que su reacción tardará en llegar y que no fuera fácil.

Y para ello, lo primero era limitar a Jocyte (solo 11 puntos). Moreno se encargó de ella de salida; Flórez la reemplazaba en su marca. La lituana no estaba cómoda. Anotaba a cuentagotas (con mucha elegancia, eso sí), su amenaza estaba limitada. Al igual que la de una selección que encontró cerrado el aro desde la larga distancia: 0 de 10 al descanso; 2 de 19 al final. Tampoco dentro, con su primera canasta en juego en el minuto 7 (13-7).

Debes en ataque que la Sub-19 aprovechó al ritmo de una inteligente Buenavida, una intensa Brito y las mágicas apariciones de Iyana Martín. El dominio en la zona de Fam era demoledor (7 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias y 14 de valoración en la primera mitad) a favor de una España que llegó al +17 en el segundo periodo en varias ocasiones (24-7, 32-15 y 34-17). Solo dos chispazos de Joycte daban vida al duelo al descanso (35-20).

A partir de ese momento, la Selección se limitó a devolver los golpes para, cuando Lituania bajaba mínimamente el listón, ensartarle una nueva puñalada: con un bonito aro pasado, Moreno ponía el +20 (49-29, minuto 28). Las lituanas se lanzaron en ese momento a por todas. Era ahora o nunca. No tenían nada que perder. Dos triples, sus únicos del día, de Andrunaviciute y Augustinaite rebajaron el marcador a un +10 (55-45) que puso nerviosa a las gradas… pero no a la Sub-19. Y ni mucho menos a Fam e Iyana, que pararon el golpe y remataron a su rival. Las de Canut no tienen límites.