Elisa Aguilar: “Las mujeres no solo podemos liderar en la cancha”

Elisa Aguilar (Madrid, 15/10/1976) fue una referente en las pistas y ahora lo es en los despachos. La sexta jugadora con más partidos en la historia de la Selección (222) es la Directora de Competiciones de la FEB desde hace años y posiblemente se convierta en la primera presidenta de una gran federación, la de baloncesto.

Si el 20 de mayo Jorge Garbajosa sale elegido presidente de FIBA Europa, usted es la gran favorita para convertirse en su sucesora. ¿Cómo se siente?

Con mucha ilusión y con muchas ganas. Siempre que Jorge gane, se abrirá el proceso de elección que acabará esta legislatura. Luego, en 2024, se tiene que abrir otra para el ciclo olímpico. Considero que puedo aportar mucho a esta institución, desde el punto de vista de directiva y de exjugadora. Creo que puedo enriquecerla.

Cuando le comunicó Garbajosa su decisión, ¿qué se le pasó por la cabeza?

Me preguntó si me veía dando ese paso y creo que no le dejé ni acabar la frase. Me veo. Me veo porque soy una persona que se ha formado durante todos estos años. Llevo como Directora de Competiciones desde 2016 ,y con toda la experiencia que he ido adquiriendo en estos años, me siento preparada para luchar por la presidencia de la FEB, que no deja de ser mi casa.

En cualquier caso, habría elecciones de nuevo el año que viene. ¿Su intención sería seguir?

El planteamiento, si Jorge gana, es acabar su legislatura, que en el ecosistema del baloncesto vean estos meses la gestión que quiero desarrollar para que en el 2024, si realmente están en la misma línea de mi gestión, salga elegida para todo el ciclo olímpico y poder desarrollar así toda la planificación e ideas que tengo.

Estudió Económicas en la Universidad de Georgetown y tiene también varios másters en gestión deportiva. ¿Cómo se veía al retirarse?

Como presidenta a lo mejor no, pero sí en algo relacionado con la gestión deportiva. Siempre he tenido esa inquietud y por eso me he formado, no sólo con la carrera, sino, sobre todo, con los másters que eran más específicos. Además, me veo en un momento vital tanto en el plano profesional como en el personal.

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¿Cómo va a vivir estas ocho semanas hasta que sean las elecciones de FIBA Europa?

Como tengo tanto lío con las competiciones, que ahora mismo es mi día a día, no voy a tener ni tiempo de pensarlo, pero en momentos así suelo ser una persona bastante fría y analítica. Son momentos, obviamente, en los que tienes ese runrún en el estómago, pero sobre todo quiero desearle lo mejor a Jorge. Sé que está trabajando mucho en ello. No va a ser fácil, pero está más que capacitado para llevar a buen puerto a FIBA Europa. Cuando se abra ese escenario, ahí estaré luchando para estar en lo más alto.

Conoció la FEB por dentro como jugadora y ahora lo hace como directiva, ¿qué es lo que más le sorprende?

Cuando eres jugadora no sabes todo lo que se mueve alrededor. Venía cada verano a jugar con la Selección, pero cuando te metes en la oficina, lo primero, ves el equipo de profesionales que hay y que hace posible el desarrollo de todos los eventos, que las selecciones estén en perfecto estado, que las competiciones tengan los recursos necesarios… Al final hay muchísimos socios —federaciones autonómicas, los entrenadores, los árbitros…— que hacen posible que el ecosistema del baloncesto esté a un altísimo nivel.

¿Cuánto ha aprendido estos años en la FEB?

Mucho. He aprendido todo el trabajo y el esfuerzo que se lleva a cabo. A nivel de competiciones hemos pasado una pandemia. Nada era fácil, porque no había una normativa para una situación así. Avanzábamos como podíamos, intentando no parar, pero lo más importante es que salimos muy reforzados gracias al esfuerzo de los clubes, de los jugadores y jugadoras, de los árbitros y de los entrenadores. En la parte masculina, la LEB Oro está en un momento envidiable, pero la Plata igual, la EBA se va a reestructurar el año que viene. Y en la parte femenina, creamos una nueva competición, que es la LF Challenge. Estamos en un momento dulce de las competiciones.

Que la LF Endesa se convierta en una liga profesional, ¿será posible?

Los clubes con el sindicato de jugadoras están trabajando en el convenio colectivo. Ya estamos en los últimos pasos para que se pueda firmar. Luego vamos a hacer una estructura, dentro del paraguas de la FEB, que sea exclusiva para la LF Endesa en la que haya una captación de recursos, en la que se desarrollen líneas para que siga siendo la mejor liga de Europa, porque para mí lo es.

¿Qué se puede hacer en la LEB Oro?

Desde que estoy en competiciones, no he visto la LEB Oro en mejor momento. El que se desatascasen los ascensos y descensos le dio un plus importante a la competición. A nivel deportivo está mejor que nunca, todo el mundo puede perder con cualquiera. El ascenso está muy reñido y este va a ser el tercer año con Final Four, que es el producto estrella, y que es un éxito garantizado.

¿Y más abajo?

La LEB Plata es la competición más estable. Son 28 clubes en los que hay mucho jugador de formación que está cogiendo experiencia y minutos. La Liga EBA hemos intentado organizarla, que parece sencillo pero no lo es. Hemos procurado que las cinco conferencias tengan el mismo número de equipos y el mismo sistema de competición. Esto se podrá ver ya la próxima temporada.

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La joya de la corona son las selecciones. ¿Da vértigo asumir la presidencia de una Federación campeona de Europa, del Mundo y número 1 del ránking?

Hay que disfrutar el momento tan dulce que estamos viviendo. Coger el testigo en lo más alto requiere una responsabilidad de no bajarlo nunca, pero todos sabemos cómo es el deporte y que mantener ese nivel a veces es complicado. En la Selección masculina estamos con el mejor líder que podemos tener, Sergio Scariolo. Hay un sentimiento de pertenencia, que pudimos ver el verano pasado. Es un reto desafiante, pero si llego a la presidencia tengo claro que le quiero dejar el listón más alto al siguiente. Hay una estrategia que tengo en la cabeza y muchos proyectos que tengo ganas de poder poner en marcha.

El año pasado, ocho medallas en los ocho campeonatos de formación. ¿En la base también se puede hacer algo más?

Siempre. La formación es la otra joya de la corona. Dentro de una semana y media tenemos el Campeonato de España de Minibasket de selecciones autonómicas, que este año es en Tarragona y Salou. Hemos ampliado los Campeonatos de España incluyendo también el 3x3. Ahí es donde está el volumen de posibles jugadores y jugadoras y donde nuestros técnicos pueden empezar a captar el talento. Todo lo que se invierta en formación es éxito para el futuro. Además, los chicos y chicas ya empiezan a vivir ese sentimiento de pertenencia, esos valores de respeto, competitividad, de no bajar nunca los brazos… para que los que lleguen arriba sean parte de lo que siempre llevamos en bandera, que es la familia.

La Selección femenina se perdió el año pasado el Mundial. ¿Cómo va a llegar al Eurobasket?

El Mundial fue un palo importante pero, conociéndolas, se habrá convertido en una motivación extra. Con la nueva incorporación de Miguel (Méndez), que es el entrenador más laureado a nivel europeo de los últimos años, ganamos un seleccionador que tiene un proyecto entre manos para largos años. Tenemos contratiempos como son las lesiones de Irati (Etxarri) y María Araújo, pero le puedo asegurar que en el ADN de esa selección está el no bajar nunca los brazos.

Y otra de las nuevas ramas es el 3x3, que será olímpico de nuevo el próximo año.

Empezamos ahora un periodo importante previo a los Juegos, porque hay que intentar sumar el mayor número posible de puntos. Por eso, intentaremos estar en todos los torneos posibles. Por inercia, con las chicas tenemos más opciones y estamos poniendo todos los recursos, no sólo económicos sino también humanos, para estar en los Juegos. Pero también tenemos nuestra Liga Herbalife, con cinco sedes más el Master. En un futuro, si me convierto en presidenta, tengo la idea de crear una liga también en invierno.

¿Qué le puede aportar Elisa Aguilar a la FEB?

Aparte de la estrategia de captación de nuevos recursos, tengo clarísimo que una de mis herramientas fundamentales va a ser que todo el mundo vea cerca la Federación, que haya diálogo, que nos podamos sentar en la misma mesa aunque las opiniones sean contrapuestas. Lo más importante será escuchar a todo el mundo e integrar esas sensibilidades por el bien común. Que sea una Federación transversal e integradora. Creo que es la clave del éxito, la que nos ha llevado a tener tantos éxitos y la que hay que potenciar. Si todos nos coordinamos y trabajamos en equipo, tendremos a largo plazo un baloncesto sólido y potente.

¿Qué vías de crecimiento tiene el baloncesto actual?

Hay que mantener todos los recursos que tenemos, con nuestros socios y patrocinadores, pero evidentemente queremos captar más recursos. La unidad de negocio del 3x3 es importante y hay que explotarla. La captación de recursos a través de la digitalización y del tema tecnológico es fundamental para seguir modernizando la FEB, poder usar este Museo como centro de investigación y sacarle rentabilidad. La estrategia no es adaptarnos sino anticiparnos. En esa anticipación tenemos que poner nuestro principal esfuerzo para seguir siendo unos pioneros.

Con Garbajosa en FIBA Europa, ¿cree que el conflicto con la Euroliga podría reconducirse?

Es una persona conciliadora y tiene mucho liderazgo. Aunque la situación no es fácil, porque el conflicto lleva muchísimos años, con Garbajosa la solución puede estar más cerca. Todos los que se sienten en esa mesa de negociación deben saber que el hecho de ceder no significa perder, sino ponernos en la misma línea para llegar a lo meta.

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La FEB optó por no presionar a los equipos y jugadores de Euroliga en las Ventanas. ¿Usted seguiría la misma línea?

Lo que no puede ser es que los jugadores al final son los más perjudicados. Si está todo bien organizado, todo el mundo tiene espacio y eso es por lo que hay que luchar.

Son muchos los casos de exjugadores que han ocupado luego puestos de poder. Entre ellos, por ejemplo, Garbajosa. ¿Cómo ayuda la experiencia en una pista después en un despacho?

No sé si podemos aportar una visión diferente, pero a lo mejor sí que es más completa y más amplia. En tu carrera deportiva vas viendo cómo se trabaja, adquieres ciertos valores, los roles que vas asumiendo también cambian, aprendes a convivir con el éxito y el fracaso… Tienes una visión más global del ecosistema del mundo del baloncesto.

De las 66 federaciones deportivas reconocidas en España, sólo dos (Salvamento y Socorrismo y Remo) están presidas por mujeres. Sería la primera mujer al frente de una gran federación, ¿eso mete más responsabilidad?

La capacidad y el mérito no tienen género. Me presento a la FEB no por ser mujer, sino porque tengo un bagaje profesional y porque creo que puedo aportar mucho a la institución. También es la federación que tiene más licencias femeninas en España y la segunda de Europa. Puedo dar una visión como directiva y como exjugadora distinta y complementaria a todos los presidentes que están y han estado. Soy mujer y creo que es importante que por fin una de nosotras opte por el asiento principal. No soy una excepción, soy un eslabón más dentro de una cadena de muchas mujeres que llevan luchando tiempo por estar en los puestos de responsabilidad y que han eliminado las barreras que se han podido encontrar en el camino. Esto evidencia también que el deporte en general, y el baloncesto en particular, ha asumido un poco la demanda de estas sociedades contemporáneas en las que una mujer puede estar en lo más alto de la dirección. Me llena de orgullo poder decir que las mujeres no sólo podemos liderar en la cancha sino en la igualdad de oportunidades para todo el mundo.

¿Qué hacer para que aumente también la presencia de mujeres en otras ramas del baloncesto como son el arbitraje y los banquillos?

Hay que fomentar la participación de la mujer, pero también es importante tener referentes que ayuden y que motiven. Es el momento de que nosotras, como mujeres, demos el paso.

¿Y qué falta para que haya más oportunidades en puestos de mando?

La inercia es buena, aunque la velocidad no es la que querríamos. En el mundo del deporte, además, quien ha consumido y participado más ha sido el hombre. Nuestra aparición ha sido más tardía y lo que ahora se está fomentando es que haya más mujeres. Nos queda mucho, sí; pero hemos avanzado mucho.

En el caso de que se convirtiera en presidenta, ¿se consideraría una referente?

No, pero sí que me gustaría motivar e ilusionar a otras mujeres. Son cien años de historia, pero puedo convertirme en la primera mujer que ocupe la presidencia. Más que como un referente, me veo como una mujer que ha luchado mucho durante toda la vida, que está cumpliendo las etapas y si puedo inspirar a alguien, me doy con un canto en los dientes.

Usted, además, ha dicho que aboga por “un deporte sin etiquetas”.

El baloncesto es baloncesto. Para mí no tiene género. Yo quiero gestionar baloncesto, con las peculiaridades y características de cada uno, pero al fin y al cabo baloncesto.

Por último, para los que no la conozcan, ¿quién es Elisa Aguilar?

He sido jugadora durante 20 años y una privilegiada. Cuando me retiré consideraba que había cumplido mi sueño: estar en Juegos, en Mundiales, en lo más alto del podio… Luego hay que seguir viviendo, porque los deportistas nos jubilamos dos veces. Ahora me encuentro en un momento en el que, currándomelo mucho porque me gusta lo que hago, me vuelvo a sentir una privilegiada porque tengo la oportunidad de cumplir otro sueño y ese es ser la presidenta de la FEB.