El Unicaja se deja llevar y cede su primera derrota europea

Al Unicaja se le atragantó el trámite final de la fase de grupos de la BCL. Con los deberes hechos, los malagueños afrontaban el duelo ante el Sassari con el objetivo de cerrar una primera fase perfecta. Y siguieron esa senda durante medio partido. Sin embargo, se desinflaron en los dos cuartos finales. Las 4 asistencias en los últimos 20 minutos frente a las 15 que repartieron en el primer tiempo escenifican a la perfección el declive de los malagueños tras el intermedio. Aun así, la derrota es intrascendente porque el Unicaja, que hasta este martes era el único equipo invicto de toda la competición, accede al Top-16 como primero de su grupo.

El Martín Carpena creyó durante muchos minutos que acabar la primera fase con un balance 6-0 era más que posible. El equipo de Ibon Navarro asomó por el parqué con mucha convicción y tuvo un arranque apabullante. Jonathan Barreiro ejerció de maestro de ceremonias en el tramo inicial del choque y disparó con 11 puntos de salida a un Unicaja que se fue 15 arriba (22-7, minuto 6). Corrió y anotó con facilidad el cuadro malagueño y el Sassari no fue capaz de parar la hemorragia hasta los minutos finales del primer acto, en lo que los locales aflojaron en defensa (28-21, minuto 10).

Los de Ibon Navarro recuperaron la chispa bajo su canasta en el segundo acto y volvieron a poner tierra de por medio. En el Sassari solo Bendzius ofrecía resistencia anotando nueve puntos consecutivos, seis de ellos desde el perímetro. Pero el Unicaja siguió a lo suyo, bien asentado atrás y repartiendo puntos y minutos.

Un triple de Darío Brizuela a menos de dos minutos para el descanso fijaron los 15 puntos de nuevo de diferencia (48-33) para un Unicaja muy superior que regaló varios tiros libres a su rival en los segundos finales pero que se mantuvo por encima de los 10 de ventaja al descanso (50-39).

El porcentaje de acierto en los triples (26 %) fue quizás el único punto negativo de los malagueños en los primeros 20 minutos. Pero el descanso no sentó nada bien al Unicaja, que se dejó la tensión competitiva en el vestuario y dilapidó toda su renta en seis minutos. El Sassari se jugaba sus opciones de seguir vivo en la competición y Jamal Jones reclamó todos los focos de su equipo para liderar una reacción que le llevó a igualar el choque (60-60, minuto 36).

La amenaza espoleó algo al Unicaja, que logró encadenar varias buenas defensas consecutivas y cerrar el tercer cuarto con una renta de siete puntos (70-63) muy efímera. El Dinamo Sassari le devolvió un 0-9 de parcial en el inicio del último acto. Los malagueños perdieron la lucidez en ataque y cinco puntos de Gerald Robinson pusieron la primera ventaja a favor de los transalpinos (70-72), que siguieron castigando el aro del Unicaja guiados por Jamal Jones, Stephens y Robinson.

La renta visitante creció hasta los seis puntos (78-84). Al Sassari no le entró miedo a ganar y el Unicaja no volvió a encontrarse. Un triple de Bendzius a falta de 42 segundos liquidó el partido, pero la victoria del PAOK en Dijon deja a los italianos fuera de Europa. Todo lo contrario que el Unicaja, que ya tenía asegurado el primer puesto del grupo pero no pudo cerrar su brillante primera fase con un pleno de triunfos.