El renacer de Fasuola
La pívot griega vuelve a jugar ante la afición salmantina tras once meses fuera de las pistas, por una lesión en el ligamento cruzado anterior izquierdo.
Este domingo 13 de octubre AS retransmitirá a las 12:00 horas el partido entre Perfumerías Avenida y Cadí La Seu, correspondiente a la 2ª jornada de la Liga Femenina Endesa. En este encuentro, Mariella Fasoula se reencontrará en el pabellón de Würzburg con su afición, la salmantina, tras 11 meses fuera por lesión.
La pívot del Avenida (27 años y 1,95 m) se lesionó el pasado el 19 de octubre el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda durante un partido de Euroliga ante el Bologna. Fueron 11 meses de recuperación que culminaron con el 28 de septiembre frente al Casademont Zaragoza en la Supercopa LF Endesa. Jugó 17:34 en la derrota de semifinales, pero ya estaba de vuelta.
La griega se sintió increíble en su retorno a la Liga Femenina Endesa 356 días después ante el Osés Construcción Ardoi navarro. “Fue una sensación de locura, pero también me sentí preparada. He estado trabajando muy duro este último año para que llegara este momento”, así describe a AS su regreso la jugadora, quien todavía necesita encontrar su ritmo en la cancha, pero ya ha dado un primer gran paso.
Muy arropada por el Perfumerías, amigos, aficionados, equipo médico y fisioterapeutas, agradece todo el apoyo recibido en un proceso de recuperación duro: “Tienes que ser paciente contigo mismo, paciente con el proceso”. La internacional helena, consciente de haber sufrido una lesión larga, se apoyó en su familia y en el equipo para llevar a cabo una rehabilitación que fue difícil pero fructífera. “Creo que uno de los aspectos más importantes es tu entorno”, añade.
Su objetivo esta temporada es jugar lo mejor posible y ganar el máximo de títulos, dejándose la piel cada día: “Es un gran objetivo final, pero para llegar a él tienes que dar lo mejor cada día”. Así, la griega demuestra las ganas que tiene de contribuir con su club, para el que está al 100%, con una mentalidad ganadora, como ella misma dice: “Ganar y jugar lo mejor posible que es ADN Avenida”.
Fasoula que sigue llevando el apellido de su padre (oro europeo con Grecia en 1987) a lo más alto del baloncesto, hazaña que no le pesa demasiado. “Solo me concentro en lo positivo, es genial, pero, no siento ninguna presión”, demostrando una vez más que el nivel de su juego no le queda grande a una pívot como Mariella Fasoula.
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