Un proyecto para mirar al futuro: Golden Boys 2.0
La FEB pone en marcha una iniciativa para que los jugadores de la generación del 2003, 2004 y 2005 entren en contacto con la Absoluta durante el verano.
El verano de 2023 ha comenzado como una prolongación del de 2002. A las nueve medallas de nueve posibles que consiguió el baloncesto español en el pasado periodo estival ya se han unido la plata en el Eurobasket femenino y el oro del Mundial Sub-19 para un 11 de 11 insuperable que habla de la calidad (y la cantidad) de talento que atesoran las selecciones nacionales tanto en categorías de formación como en las Absolutas.
“En los últimos 11 campeonatos, nunca hemos dejado de estar en las finales”, se enorgullecía este miércoles Jorge Garbajosa, presidente de la FEB (y próximo jefe de FIBA Europa), durante la presentación de la prelista de Sergio Scariolo para el Mundial, que se disputará del 25 de agosto al 10 de septiembre entre Filipinas, Indonesia y Japón.
Una convocatoria de 16 que completará sus entrenamientos diarios con 3 o 4 jugadores de las generaciones de 2003, 2004 y 2005 dentro del nuevo Proyecto Golden Boys 2.0. “Así estos talentos estarán en contacto con nuestro veteranos”, señala Scariolo, que no está ante su primer experimentos desde que está al cargo de la Selección: en el verano de 2017, 16 jugadores se concentraron en la localidad malagueña de Benahavís para ir empapándose de los sistemas del italiano y de la filosofía de España antes de la primera Ventana de clasificación para el Mundial 2019.
Y salió a pedir de boca, ampliando un número de seleccionables que ha permitido que la Selección asista a todos los grandes torneos internacionales y aumentar su palmarés en dos oros, uno mundial y otro europeo, que han colocado a España como número uno del ránking FIBA en el año de su centenario.
Scariolo no quiso dar nombres de los integrantes de este nuevo proyecto, aunque suenan jugadores como Izan Almansa, Jordi Rodríguez, Lucas Langarita y Rafa Villar, campeones del mundo Sub-19; Aday Mara, una de las grandes promesas del baloncesto español; y Juan Núñez. El base del Ulm alemán llegó hasta el último corte de la Selección el pasado verano. “Es una de las referencias de futuro y de un grupo de jugadores”, dijo el italiano.
Eso sí, no se forzará. Todo dependerá del calendario que tengan estos jugadores con sus clubes, universidades y otros posibles campeonatos de formación; y, claro, de su estado físico. “Con esto ampliamos, pero sin riesgo y lógica, el rango de La Familia. Y acelerar el reemplazo generacional que es nuestro primer objetivo deportivo”, continuó el de Brescia, que desde el adiós de los hermanos Gasol en los Juegos de Tokio hace ya casi dos años, repite que la Selección está en un proceso de transición que necesita tiempo… y un trabajo que no quieren dejar al destino.