El padre, el hijo y el espíritu santo del baloncesto checo
Los Zidek llevan el deporte de la canasta en las venas. Jan juega hoy contra España. Su padre estuvo en el Madrid a las órdenes de Scariolo y su abuelo es considerado el mejor jugador de la historia del país.
Jan Zidek formó parte de la selección de la República Checa que se enfrentó a España B en el Martín Carpena. Hoy tendrá enfrente a la Selección absoluta. El jugador checo de 25 años, que acaba de firmar por el Grupo Ureta Tizona de Burgos de la Primera FEB nació el 13 de diciembre de 1999 en Praga, pocos meses antes de que su padre, Jiri, firmara por el Real Madrid de baloncesto. Los blancos, que venían de ganar la Liga en el Palau Blaugrana, tenían de entrenador a… Sergio Scariolo. El actual seleccionador dirigió al padre de Jan aquel año, una temporada amarga para la entidad madridista y para el bueno de Jiri, que había ganado la Copa de Europa del 99 con el Zalgiris Kaunas de Arvydas Sabonis. El pívot checo y el Madrid en general se chocaron aquel curso con una supernova: Pau Gasol en su última temporada en el Barça, MVP de las finales de Copa y ACB en las que destrozó al eterno rival.
Jiri, de formación universitaria en Estados Unidos, ganó la NCAA con UCLA en 1995, en su cuarto año en el baloncesto universitario. Ese verano sería elegido en el puesto 22 del draft por los Charlotte Hornets y meses más tarde se convertiría en el primer jugador checo en jugar en la NBA. El que fuera una gran tirado de tres a pesar de sus 2,12 de altura y de que en aquel tiempo no se estilaba demasiado que los hombres altos salieran a lanzar desde el perímetro, actualmente ejerce como entrevistar en partidos de Euroliga. El baloncesto corre por las venas de esta familia y la pasión por el deporte de la canasta no nación con Jiri, si no con su padre.
Jiri Zidek Sr. nació en 1944 en Praga, que entonces pertenecía al protectorado nazi de Bohemia y Moravia. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial el país pasaría a llamarse Checoslovaquia y dos décadas después ganaría con ellos dos medallas históricas en sendos Eurobaskets: plata en 1967 y bronce en 1969. Este último año también levantó la Recopa de Europa con el Slavia de Praga. Cuando su hijo ganó la Copa de Europa 30 años después se convirtieron en los primeros padre e hijo en levantar títulos europeos. Jiri Sr. también pudo ser campeón de Europa, pero perdió la final del 66 ante el Simmenthal Milano, a pesar de ser el máximo anotador del partido con 22 puntos. Para muchos se trata del mejor jugador de baloncesto nacido en el actual suelo checo. Un pívot con una capacidad anotadora brutal al que seguramente le faltó jugar en un gran equipo de su época para ser más reconocido hoy en día. De hecho, estuvo en la prelista de nombres para elaborar el top-50 de los mejores jugadores de la Copa de Europa en 2007, con motivo del 50 aniversario de la competición. Una familia de baloncesto.
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