El Movistar Estudiantes se mete en un lío

Habrá quinto partido para decidir si es el Movistar Estudiantes o es el Betis quien viaje a la Final Four de ascenso a la Liga Endesa. Un encuentro definitivo, el jueves de nuevo en el WiZink Center, sin vuelta de hoja, forzado por unos andaluces que empezaron la serie 2-0 y colocaron el empate a 2 tras dos partidos de mucha brega en su pabellón, en San Pablo, frente a unos colegiales que este domingo no solo cayeron (77-65), sino que dieron bastante mala imagen.

Una pésima instantánea de un conjunto que jugará el próximo partido sin red de seguridad ante un rival en crecida, que supo limitar muy bien las fortalezas de los estudiantiles, a Francis Alonso y a Johnny Dee, y tapar las suyas, la de un juego interior muy limitado con solo Berzins y De Bisschop, pero que recibió toda una ayuda exterior que puso sobre la mesa más pasión, agresividad y diente que los madrileños para destrozarlos completamente en la lucha por el rebote: un ¡46 a 22! con ¡14 ofensivos! Un drama. Imposible ganar así a estas alturas de la temporada. Muchas veces, aunque le demos mil vueltas, este deporte muchas veces se reduce a querer más que tu oponente. Y el Betis ha querido más y ha conducido la eliminatoria, a excepción del segundo duelo, a su terreno. El 19 de 29 desde la personal (un mal endémico difícil de darle una razón de ser) y el 4 de 27 desde el triple tampoco sirvieron de mucha ayuda a los colegiales para contrarrestar la derrota en la batalla de los tableros.

Fue un horrendo día para los estudiantiles. Desde el principio. Tras el 2-9 de salida, el apagón. Los visitantes entraron en un pantano en ataque y estuvieron 8 minutos sin anotar, desde el tres del primer cuarto hasta el 11 del segundo. Un parcial de 19-0, hasta el 21-9, culminado con un 3+1 de Polanco, que se erigió como el rey de San Pablo: 28 tantos (3 de 7 desde el perímetro). El Estu colapsó frente a la dureza defensiva verdiblanca, con un Wintering con demasiadas oportunidades por parte de Pedro Rivero y muy bajo rendimiento y un Francis Alonso que hoy no estuvo: de 35 tantos en el tercer encuentro a 4 en este cuarto.

La entrada de Nzosa y Leimanis en pista hizo que el Movistar reiniciara el encuentro. El primero permitía cambios defensivos ante los exteriores andaluces, ante Faggiano, Rodríguez y Polanco; y el segundo salió con manita caliente, con 11 de sus 13 puntos en el segundo periodo para que dar la vuelta al calcetín: del 21-9 al 29-30. Y ahí se acabaron los ramireños.

Polanco cerró la primera parte con 6 puntos sin réplica y los visitantes, con 7 pérdidas. Una sangría que unida al 24 a 11 en el rebote daba la ventaja a los béticos (35-31). Una distancia menor de la esperada… y ese era el consuelo al que se agarraban los azules. Duro poco. Muy poco: en los dos primeros minutos tras el descanso, parcial de 8-2 con Rodríguez explotando el perímetro con dos triples (43-44).

La ventaja andaluza no se detuvo ahí. Ante la total falta de intensidad defensiva madrileña, ante la imposibilidad de poder parar nada de su rival y no saber cómo meterle mano al otro lado de la pista, el Betis alcanzó el +14 (59-45) en el minuto 28. El protagonista, Polanco de nuevo. Los ramireños seguían desagrándose desde la personal. Desde el rebote. Desde el triple. No hubo más. Muchos rifirrafes con Cáffaro, Berzins y Almazán entre los implicados. Victoria verdiblanca. El Estu tendrá que mejor. Y mucho si quiere estar en la Final Four el próximo jueves. Veremos.

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