El Dream Team podría no serlo

Estados Unidos continúa con su gira de preparación de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024. Ahí vivirá LeBron James la que presumiblemente será su última gran aventura con la camiseta de su país. Sin dar nada por hecho, dada la enorme e inexplicable longevidad de un jugador legendario que llamó a filas a las mejores estrellas de la mejor Liga del mundo tras la debacle del último Mundial, en el que se quedaron sin medallas. Todos respondieron y se ha formado un nuevo Dream Team, un equipo de ensueño que junta en sus filas a algunos de los mejores jugadores de la historia del baloncesto, con Stephen Curry y Kevin Durant acompañando al Rey en la conquista de un oro que no se escapa desde Atenas 2004. Tras eso, cuatro de cuatro. Pleno.

En esa plantilla está también un jugador naturalizado, Joel Embiid. Nacido en Camerún, tuvo que elegir entre Estados Unidos y Francia y decidió estar con los primeros. Pero, de momento, no están danto la talla. Algo muy común en la carrera de un pívot de un talento descomunal, que sin embargo falla en el momento de la verdad. Steve Kerr insiste en meterle en el quinteto titular, pero Anthony Davis hace cada vez más méritos para ser el que ocupe dicha posición. Ante Australia (98-92), Embiid se quedó en 10 puntos y 5 rebotes. Las cosas fluyeron mejor con su compañero, que fue el más destacado del equipo: 17 tantos, 14 rebotes y 2 tapones. Nadie dominó más que él durante el choque y el Team USA presentó otra cara con el jugador de los Lakers en pista. Cosas que pasan.

Más allá de las vueltas que Steve Kerr le pueda dar a la situación, la realidad es que el nivel mostrado por Estados Unidos fue inferior al esperado. Permitieron 13 rebotes ofensivos, perdieron 18 balones y llegaron a ganar de 22 puntos (67-45), para hundirse en el último cuarto. Australia (encuadrada en el mismo grupo que España en los Juegos) protagonizó entonces un estupendo ejercicio de supervivencia que impidió que el choque se cerrara de la forma cómoda que querían los norteamericanos: 86-80 a falta de 5 minutos y 94-90 con 9 segundos para el final. Nunca hubo opciones reales de conseguir la victoria y consumar la remontada, pero la ligera dejadez y la falta de respuesta de Estados Unidos en ese tramo de partido fue más que preocupante. Eso sí, nerviosos tampoco se pusieron. Es lo que tiene.

LeBron James, hacedor del proyecto, finalizó con 10 tantos en 21 minutos, mientras que Anthony Edwards se fue a 14 y Devin Booker a 16 desde el banquillo. La producción de Curry fue escasa (3 puntos, 1 de 6 en triples), mientras que Kevin Durant no jugó por molestias en la pantorrilla que le están dejando en una situación complicada en los últimos meses, con incluso algún rumor de que no llegue de la mejor manera posible a los Juegos. En Australia, Jock Landale hizo mucho daño con 20 puntos y 7 rebotes, todos ellos ofensivos, además de un espectacular 9 de 12 en tiros de campo. Josh Giddey, jugador de los Thunder, logró 17. Muy buena cara para los Australianos y una regulera para Estados Unidos, que manejó con sumo cuidado el tiempo de las estrellas en pista y se limitó a ganar sin entrar en crisis emocionales. Eso sí, dejando más de una duda. Ahora, falta por ver si eso corresponde a un espejismo o a la realidad.

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