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INTERNACIONAL

Dwight Howard se asoma a Europa

El pívot quiere una última oportunidad en la NBA y para ello se ha planteado como idea jugar en Europa u Oceanía a modo de paso previo.

Dwight Howard -
RONALD MARTINEZAFP

El futuro de Dwight Howard está ligado al baloncesto internacional aunque su intención sea, a través de él, regresar a su país para tener una última etapa en la NBA. El famoso jugador de Atlanta, un ‘Superman’ que surcó los cielos de la liga norteamericana durante 18 temporadas, se encuentra sin equipo y ha activado los resortes para buscar uno en Europa u Oceanía de manera que sirva como trampolín para alcanzar su objetivo definitivo: EE.UU.

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Howard estuvo la temporada pasada en Taiwán después de haber salido del circuito el verano anterior. Su tercer paso por los Lakers fue la última gota en el vaso por la mejor liga del mundo, uno del que ahora quiere volver a beber.

Ahora, con 37 años, busca nueva casa. Procede de Taoyuan Leopards, un equipo de la T1 de Taiwán. Allí se despachó a gusto durante 20 citas, estadísticas de vértigo: 23,2 puntos y 16,2 rebotes en 34,9 minutos. En un encuentro en el mes de febrero contra el Kaohsiung llegó a los 60 de valoración. Se aprovechó del poco nivel del torneo para levantar la mano para que todos, también en la NBA, vean que no ha perdido el toque.

Howard tiene la intención de meterse en la Euroliga en la que sería su segunda experiencia fuera de su país. También valora la liga de Australia, que ha subido su nivel en los últimos años y se ha convertido en una plataforma.

Nuevos representantes

Para conseguirlo ha contratado a Probasket Consulting (cuyo director ejecutivo es Jeff Allen), una agencia de representación que le está ofreciendo a equipos e Europa junto a Brightside Sports (una empresa que lidera el italiano Peppe Sindoni). Un movimiento para zarandear el árbol de un baloncesto que Howard todavía cree que le queda dentro. La empresa con la que intenta dar este nuevo paso tiene 16 clientes además de ‘Superman’, todos en un segundo y tercer nivel; dos de los más reconocibles son Joey Calcaterra, miembro del afiliado de los Lakers en la G-League, y Joe Cremo, en la plantilla del Tizona de Burgos de la LEB Oro. Además de en el Viejo Continente esta empresa tiene buenas conexiones en la NBL oceánica (información publicada por Basket News), donde también se ha ofrecido al jugador a los equipos, una competición que ha ganado consistencia en los últimos años, ya sea impulsando talento joven hacia la NBA (Josh Giddey, LaMelo Ball o R.J. Hampton, los más sonados) o simplemente teniendo una liga con buena exposición mediática y calidad técnica.

Trayectoria extraordinaria

Dwight Howard ha disputado 18 campañas de la NBA desde que entró a la misma en 2004. Por su físico, el prototípico para un pívot, la potencia con la que lo desarrollaba en la cancha y el equipo en el que jugaba (Orlando Magic) las comparaciones fueron constantes entre él y Shaquille O’Neal, que seguía en activo cuando él empezó. Incluso en el apodo, refrendado cuando se vistió de Superman para ganar un Concurso de Mates. Estaba en Orlando, con un dominio tremendo de la pintura, cuando llegó a las Finales en 2009, las del primer título de Pau Gasol. Pasó después por los propios Lakers, sólo un año; Rockets, donde chocó con James Harden; Hawks, el equipo del estado en el que nació, Hornets y Wizards; y alternó dos etapas más en los Lakers con una en los Sixers. A sus espaldas, con sus 2,09 metros, 1.367 partidos entre regular season y playoffs para terminar con unas medias de 15,6 puntos, 11,7 rebotes, 1,8 tapones y 1,3 asistencias. Ha ido ocho veces al All-Star y ha estado en ocho de los mejores quintetos de temporada, ha liderado la lista de reboteadores cinco veces y dos la de taponadores y, además, ha sido nombrado Jugador Defensivo del Año en tres ocasiones. Logró el gran sueño en la burbuja de 2020 que se hizo a causa de la pandemia de COVID-19, aportando en la rotación de los Lakers de Vogel cuando asumió que debía pasar a un rol más secundario. En la NBA no juega desde la primavera de 2022, en la T1 de Taiwán acabó un año después: lleva en paro desde el 8 de abril.