Djordjevic: “Cuando cogí a la selección serbia había que ganar a España”
El legendario Djordjevic repasa su trayectoria: “En el Barça nos dijeron que nuestro prestigio en la Korac era solo si ganábamos. Y ganamos”.
Aleksandar, Sasa, Djordjevic, está sin equipo tras sus pasos por la selección de su país, Virtus Bolonia y Fenerbahçe. El entrenador serbio (55 años), que fuera excepcional base que pasó por Barcelona y Real Madrid entre 1996 y 2002, vive tranquilo, disfrutando de su familia y a la espera de saber qué le depara el futuro. Y, en esas, ha tenido una muy interesante charla a través de Twitch con Area52.
“Vivo en Milán, y estoy muy a gusto. Disfrutando de tener más tiempo para pasar con mi familia, viendo baloncesto y viendo otros deportes también. También estoy haciendo yoga por las mañanas, solo veinte minutillos, pero me hace empezar el día con buen pie”, asegura sobre su día a día tras salir del Fenerbahçe. Su contrato tenía una cláusula que permitía al equipo deshacerse de él si no se metían en los playoffs de la Euroliga: “No tengo malos sentimientos ni rencor, acepté el contrato así a pesar de que solo elegí un jugador de la plantilla. Lo acepté porque sabía lo importante que era esa meta para el club”.
Además, reconoció que el éxito del Efes no ayudó por la rivalidad, local, igual que le pasó en Italia con el Milán o en la selección serbia… con España: “Cuando me nombraron seleccionador serbio, el objetivo era ganar. Pero, lo primero, había que ganar a España. Era el equipo que dominaba, y ese era por lo tanto nuestro primer reto. En Italia igual, lo primero era superar al Milán”.
Djorjevic, en la charla, recordó una anécdota que vivió como jugador del Barça: “Los resultados iban mal, era a finales de los 90 y jugábamos la Korac en vez de la Euroliga. El jefe de la sección, Salvador Alemany, nos dijo que que para el Barça el prestigio en esa competición era ganar, no participar. Y la ganamos”. Y también se acordó de su Euroliga con el Partizan, en 1992. La del triple suyo en la final contra el Joventut, uno de los grandes momentos en la historia de la competición: “Aquel año, ganaba lo que hoy serían 500 euros al mes. Si salía a por pizza tres o cuatro veces al mes, contando con el dinero de la gasolina, ya no tenía para más. Pero aprendí muchísimo entrenando con Obradovic”.
Finalmente, habló del actual calendario del baloncesto y de si sobran partidos y falta descanso: “Los jugadores lo que necesitan es trabajar y prepararse para los partidos. A ellos les gusta entrenar menos y jugar más, pero ese es el camino equivocado. Entrenar y estudiar el juego es lo esencial. Mira por ejemplo cuando cambian de peinado, a veces tratan de salir de su zona de confort. Julian Gamble tenía una cabeza con forma de piña, se cambió el peinado y me preguntó si me gustaba. Le dije que sí y que a ver si así metía más tiros libres”.