Dettmann: “Para España es una vergüenza tener que recurrir a un truco para poder ganar a Finlandia”

Las nacionalizaciones continúan siendo un tema candente en el baloncesto al acercarse el verano. Tras el EuroBasket del año pasado, en la esfera del Mundial de éste ha habido otro caso sonado: Kyle Anderson, jugador de la NBA con los Timberwolves, vestirá a partir de ahora la camiseta de China en los torneos que quiera participar a nivel internacional.

Esto ha dado pábulo para que el entrenador Henrik Dettmann, con la dirección de Alemania y Finlandia en su palmarés, haya criticado duramente este tema. Lo hizo en una entrevista con Helsingin Sanomat.

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Dettmann ha tenido casos en sus equipos nacionales. Recientemente fue Jacob Grandison y antes fue Jamar Wilson, ex de la ACB con Movistar Estudiantes, en Finlandia. “La nacionalidad finlandesa y representar al equipo nacional fueron grandes logros para Wilson, para su propia identidad. Antes de que jugara su primer partido tuvo que recitar la letra de nuestro himno en el vestuario”, explica sobre lo anterior. Años atrás ya había coqueteado con este tema: en 2001 el gigante estadounidense Shawn Bradley, que conocía a Dirk Nowitzki de Dallas Mavericks, se nacionalizó alemán cuando Dettmann era el seleccionador. “Me resistí a ello y eso me dejó una herida eterna con los gerentes del equipo nacional de Alemania”, replica al ser preguntado por este controvertido tema.

“El caso de Anderson es muy oscuro en la situación política actual”, dice Dettmann en mención a la tensión que existe entre Estados Unidos y la República Popular China. “No se ha decidido en un nivel oficial bajo en China”, apuesta el técnico.

Dettmann ha destacado de manera particular el caso español con Lorenzo Brown, nacionalizado por carta de naturaleza el año pasado para ayudar en el EuroBasket ante la baja de Ricky Rubio por lesión. De cara al Mundial no estará ninguno de los dos. “Creo que los españoles siempre se resentirán después de aquello. Es una vergüenza si tienes que activar ese engaño para ser capaz de ganar a Finlandia”, acusa Henrik. Brown, de 32 años y ahora en el Maccabi de Tel Aviv, fue una de las estrellas del combinado de Sergio Scariolo. Finlandia fue el rival al que ganó España en cuartos; Alemania, al que se cargó en una de las dos semifinales; curiosamente, los dos equipos que a nivel de FIBA ha dirigido él.