Casademont Zaragoza: una remontada épica para jugar la Euroliga
El equipo aragonés, que perdió en la ida por 21 puntos, venció al Zanbiny Brno checo por 23 para superar la fase previa de la máxima competición continental.


Era una misión de altura. Casi imposible. Suicida. El Casademont Zaragoza había trastabillado de manera grosera en la República Checa: derrota por 21 puntos (81-60) frente al Zanbiny Brno. Un tropiezo que ponía al filo del barranco a las aragonesas, que habían hecho de la Euroliga su principal misión esta temporada.
No solo porque es la máxima competición continental, claro, sino también porque la Final Six se celebra, de nuevo, en su pabellón, en el Príncipe Felipe. Demasiada presión para un equipo con las piernas aún pesadas por la pretemporada. Demasiado estado límite para un grupo que todavía se encontraba en ese proceso mental entre el verano y la vuelta al trabajo. Los seis días entre la ida y la vuelta tampoco ayudaban. La mente tenía tiempo para pensar demasiado.
Pero había fe. Dentro de una plantilla sin Nerea Hermosa ni Carla Leite. Y dentro de una afición, de una Marea Roja que llenó el Príncipe Felipe para asistir a la victoria y a la remontada de sus heroínas, que dieron la vuelta a la eliminatoria. Que ganaron por 23 puntos (82-59) tras un último cuarto de ensueño que cerraron con un parcial de 27-16.
Una escalada a la gloria empujada por la pasión de Mariona Ortiz. Nadie como la gran capitana se merecía liderar a las suyas con 26 puntos (3 de 4 en triples) tras la trágica última jugada de la final del Eurobasket de Atenas (Grecia). Pero, sobre todo, para dedicarle un triunfo antológico, que quedará siempre en el recuerdo zaragozano, a la memoria de su padre, fallecido el pasado 9 de septiembre.
Junto a la catalana, su compañera en la Selección Helena Pueyo. 17 tantos y un grito de rabia tras taponar a Petra Zaplatova con 75-50. Previamente, un triple suyo había culminado la remontada: 73-50, minuto 35. Toda la presión contraída en el pecho se escapaba. Aunque a dos minutos del final, y después de mucho estirarse y contraerse el marcador, todo estaba en el aire: 75-54. Empate en la eliminatoria.
Ahí llegó la frialdad de Ortiz desde la personal y la mano desde el triple de Veronika Vorackova (80-54). Zaplatova puso tensión con otro acierto perimetral (80-57), pero ya no se escaparía ni la victoria, ni la remontada ni el billete a la fase de grupos de la Euroliga. El Príncipe Felipe estallaba de alegría. No era para menos: verá a sus estrellas jugar en el grupo D contra el Basket Landes francés, el Umana Reyer Venezia italiano y el CIMSA CBK Mersin turco, subcampeón de Europa.
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