Casas: “París es el último sueño que le pido al baloncesto”
La alero de la Selección y María Conde hablaron en zona mixta tras la clasificación de la Selección para París.
Queralt Casas y María Conde, aleros de la Selección, acudieron felices y sonrientes a la zona mixta del Novomatic Arena de Sopron (Hungría). Y no era para menos: España había conseguido el billete para los Juegos de París.
Queralt Casas
¿Cómo se afronta un partido así cuando sabes que están clasificadas?
Es difícil. Evidentemente, deseamos que Japón ganases para tener menos presión. Lo hemos celebrado como locas en el vestuario, pero también es verdad que es más difícil jugar un partido porque estás con la emoción a flor de pie y tienes un partido todavía por delante y tienes que estar mentalmente fuerte. Ha sido como un soplo de aire fresco saber que había ganado Japón.
La remontada, este final de partido, ¿qué ha sido? ¿el ADN de esta Selección?
No lo hemos entendido muy bien ninguna porque en el tercer cuarto estábamos menos 22 y, poco a poco, ha sido progresivo. Ellas en la zona se han quedado un poco encalladas e igual han dejado más espacios en defensa. Y nosotras hemos hecho nuestro juego para ganar.
¿Qué piensa cuando piensa en París?
Pufff. París es el último sueño que le pido al baloncesto. Estoy supefeliz. Cuando Japón ha ganado, se ha caído una lagrimilla porque después de París todo es un regalo. Mentalmente, ya habré cumplido todos los sueños que le pedía al baloncesto. Ojalá poder estar entre las 12 y disfrutarlo.
¿Confiaban en la victoria de Japón?
Éramos conscientes de que iba a ser un partido muy ajustado. Que hasta los últimos minutos no se iba a decantar por un lado o por otro. Pensábamos que para Japón iba a ser difícil defender a las dos grandes de Canadá, pero jugamos contra ellas hace dos días y no las vimos pasar. Iba a ser un partido muy difícil.
María Conde: “No me ha dado tiempo ni a pensar en París”
Felicidades, ¿qué siente?
No sabría que decir. Estoy tan contenta por mí, por mis compañeras, aunque suene muy tópico. Estoy supercontenta por todas, por Miguel (Méndez), por el cuerpo técnico, por todo lo que llevamos, por lo difícil que ha sido, por las bajas, por la gente que no ha estado aquí… Es un sueño poder poner la vista en París.
¿Cómo ha sido esa remontada sabiendo que estaban clasificadas?
Queríamos hacer nuestro juego. Este es un partido por nosotras. España juega a esto, nosotras jugamos a esto. Es nuestra identidad, es competir, estar hasta el último minuto. Hemos estados 14 abajo antes de comenzar el tercer cuarto, pero nuestro baloncesto es este. Y también nos sirve para prepararnos para otras cosas. Agarrarnos a los partidos, la defensa que es nuestra seña de identidad y hasta el último minuto.
París, ¿qué piensa?
No me ha dado tiempo ni a pensarlo. Muy contenta. Muy orgullosa de las compañeras, con muchas ganas de afrontar el verano, con ganas de llevar a mi familia para que vivan unos Juegos de cerca.
¿Cómo han vivido la victoria de Japón?
Nos tocaba dar la charla, pero estábamos todas… Nosotras en el vestuario, Miguel (Méndez) y el cuerpo técnico en otro lado. Tratando de mantener la calma porque teníamos que jugar un partido pasara lo que pasara. Hubo un momento de celebración que se ha cortado rápido porque teníamos que hacer nuestro trabajo, jugar un partido serio y respetar al rival, a todos los rivales porque de eso va el deporte.
No ha estado Silvia Domínguez…
Silvia es la capitana y siempre está presente, esté o no esté. Se ha estado comunicando estos días, dándonos muchos ánimos. Sé que estaría en casa mordiéndose las uñas durante el partido contra Japón y seguro que estará orgullosísima. Esto es también para ella, que es parte de todo esto. Y que seguro que lo ha estado pasando muy mal por no estar aquí con nosotras. Pero la estamos esperando. Hemos llegado a esto para que pueda estar. Qué esté preparada.
Víctor Lapeña, seleccionador de Canadá, os debe una cena…
Y todas las canadienses. Espero que estén tocando los tambores cuando lleguemos al hotel. Sé que es una posición complicada en la que estar. Nos veremos allí.