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10/10/24 BALONCESTO BASKET  
ENTREVISTA A AUDIE NORRIS EXJUGADOR Y EMBAJADOR DEL BARCELONA

HALL OF FAME 2024

Audie Norris: “No fui al Real Madrid por 10.000 dólares”

El que fuera pívot del Barça se convirtió en uno de los americanos más queridos de nuestro baloncesto. “En Barcelona viví los mejores años de mi carrera”.

Audie Norris (Misisipi, 1960) es uno de los grandes americanos que ha pasado por el baloncesto español. Sus duelos con Fernando Martín en la pintura marcaron época, aunque ambos podrían haber sido compañeros unos años antes.

¿Qué supone para usted entrar en el Hall of Fame de la FEB?

No me lo esperaba. Para un chico de Jackson (Misisipi) estar en el Hall of Fame de España es un honor enorme. Supongo que es parecido a cuando Pau Gasol entró en el de la NBA. Para mí es igual. Estoy muy ilusionado, muy emocionado y muy honrado de estar incluido entre este grupo de gente.

Entra usted entre un elenco de nombres internacionales como Nowitzki, Sabonis, Oscar Smichdt…

No sé si soy el primer americano, creo que sí. Es un honor enorme.

Sí, es usted el primer norteamericano. Y eso que en España han jugado muchos y muy buenos.

Siempre ha habido muy buenos americanos, especialmente en mi época. Por eso, ser elegido siendo de fuera es lo más.

¿Cómo fue su aterrizaje en Europa? ¿Fue un cambio muy grande?

Sí. Yo vine pensando en volver a la NBA, en jugar unos años y regresar a mi país. Cuando llegué a la Benetton de Treviso sobre todo quería jugar, demostrar mi nivel, porque en Portland solo me daban unos 15 minutos por partido. Y además no eran seguidos, donde pudiera mostrar mi nivel, sino que eran tres minutos por aquí, cinco por allá… Y yo quería jugar, tener continuidad. Dentro de mí sabía que tenía mucho más baloncesto, mucho más que ofrecer. Quería demostrar que merecía más, que merecía un sitio en el equipo. Por eso fui a Italia, siempre con la intención de regresar.

Audie Norris durante un homenaje en el Palau
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Audie Norris durante un homenaje en el PalauEFE

Pero no regresó…

En Treviso tuve un año bueno pero sufrí varias lesiones. Me perdí partidos. El club de mi carrera eran mis lesiones, no mi juego. Mi juego era muy sólido, pero no tenía continuidad.

¿Le costó adaptarse a la cultura italiana?

Llegué a Italia pensando en adaptarme a la cultura europea. El baloncesto no me preocupaba, no era un problema. Siempre me interesó más incorporarme a la vida… y fue fácil. A partir de allí ya no tuve ningún problema cuando vine a España. Yo no llegué a Treviso buscando vivir como en EE UU. La mayoría de los americanos, tanto en Italia como aquí, siempre buscan cosas de América. Y eso es un problema. Yo nunca he sido así.

Entonces, tras su buena temporada en Italia, ¿por qué no volvió a EE UU?

Al finalizar mi primera temporada en Italia tuve opciones de volver. Existieron conversaciones con los Lakers y los Celtics pero las lesiones, sobre todo después de las temporadas, me impidieron regresar.

Y llega a Barcelona. ¿Aquí encuentra su sitio en el mundo?

Cuando terminó mi vinculación con la Benetton firmé un contrato de cuatro temporadas: las dos primeras con el Barça y las dos siguientes con el Bolonia. Era un contrato con todo garantizado. En mis primeros dos años gané la Liga con el Barça y me sentí muy cómodo. Me sentí como en casa. Pero después de mi segundo año, Bolonia quería su contrato. Algo normal, porque además de tenerlo firmado habíamos hecho dos grandes temporadas en Barcelona, ganando Liga y Copa. Estuve jugando muy muy bien esos dos primeros años pese a someterme a varias artroscopias. Estuve a un nivel muy alto, ellos querían que fuera pero yo decidí quedarme. Ellos me lo ofrecieron todo, subirme el contrato que ya tenía firmado, pero yo me sentía muy cómodo en Barcelona con mis compañeros. Formamos una familia. Eran mis hermanos. No quise regresar a Italia y el Barça le pagó mi buyout a Bolonia y me quedé cuatro años más. Seis en total. Fueron años muy buenos para mí. Fueron, sin duda, los mejores años de mi carrera.

¿Cómo se convirtió en una leyenda del Barça?

Fue por mis compañeros, más que nada. La base del equipo fue la misma durante varias campañas… Jiménez, Epi, Solozábal, Xavi Crespo, Ferran Martínez… Era muy fácil jugar con ellos. El público me apoyó mucho desde el primer día. Y también el club. Porque normalmente a un extranjero con mis problemas físicos le echan. Traen a otro y listo. Pero alguien, creo que Aíto García Reneses, me dijo que un Norris al 70% de su juego era mejor que un americano cualquiera al cien por cien. Y yo siempre trabajé para demostrar que podía jugar aquí, que me merecía el dinero de mis contratos y el apoyo del público. Siempre jugué al cien por cien, siempre lo di todo.

Pero su carácter, su personalidad... también fueron determinantes, ¿no?

Siempre tenía tiempo para hablar con mis fans, con el público. Siempre era el último que salía del Palau. Pasaba tiempo con ellos, hablando. Era muy cercano. Ya en esa época, el Barça era muy grande como equipo pero yo nunca me sentí una estrella. Nunca quise ocupar ese rol. Yo era uno más en el equipo, uno más en la ciudad.

¿Qué título de los ganados le hizo más ilusión?

El primero, sin duda, la primera Liga. Fue mi primer título como profesional.

Y pudo usted ganarlo con el Madrid porque… pudo usted ir al Real Madrid, ¿verdad?

Pudo ser mi primer equipo en España. Yo quería fichar por ellos. Fui a Madrid tras mi primer año en la Benetton para firmar con ellos. De hecho pensaba que todo estaba bien y que iba a ir al Madrid, pero cuando volví a Treviso con mi mujer, que estaba embarazada, me llamó mi agente y me dijo que no, que no aceptaban el contrato porque era muy caro. En esa época iba a ser el jugador mejor pagado de la Liga. El Real Madrid tenía que pagar más de lo que iba a ganar en la Benetton en el segundo año y no quisieron. Eran 10.000 dólares más. Solo eso. Por 10.000 dólares no fui al Madrid. Volví a Treviso y tras un año, el Barça me llamó y fui para allí.

¿Cómo vivió los duelos contra el Madrid? ¿El ambiente era muy distinto al de la NBA?

Era distinto, pero no tanto. Siempre vi el Clásico como un Lakers-Celtics. Un Bird-Magic.

¿Ustedes quiénes eran?

¡Los Lakers, claro! Contra el Madrid los partidos eran siempre muy duros. Los Clásicos fueron una de las primeras cosas que me explicaron mis compañeros. Era muy serio. El Madrid venía de ganar mucho. La gente no habla mucho de esto, pero ganamos la Liga tres años seguidos en una época donde ellos dominaban. Fue algo impresionante.

Aíto García Reneses da instrucciones a Audie Norris.
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Aíto García Reneses da instrucciones a Audie Norris.Diario AS

¿El baloncesto ha cambiado mucho?

Bastante. Las reglas han cambiado. En mi época nos permitían mucho más contacto, más golpes. Era un baloncesto más físico, donde se jugaba más en la pintura. Hoy en día el juego es más exterior. Ahora los grandes no juegan tanto por dentro. Ya no cogen rebotes. Eso me molesta. Los hombres altos son más grandes, pero no cogen rebotes. Antes se cogían fácil 10 rebotes de media, a veces 15 o 16. Ahora si llegan a ocho o nueve, es lo más. Pero es que también han cambiado los entrenamientos. Antes se incluían sesiones para rebotear. Ahora nadie lo hace. Antes había mucho más contacto, ahora entrenan solos. Hacen su movimientos y listo, sin un compañero delante. En ese sentido sí que ha cambiado, los entrenadores se han adaptado. No me gusta, pero es lo que hay.

Y el nivel en Europa ha subido…

Sí, mucho. Los fundamentos, para mí, son mejores en Europa que en EE UU. Los entrenamientos, también. Sobre todo entre los jóvenes. La AAU es un circuito de baloncesto de verano que existe en EE UU para los más jóvenes y para mí está destruyendo el baloncesto. Solo hay partidos, no hay entrenamientos, no hay fundamentos. Todo es más individual. Los mejores tienen y tendrán éxito, pero no saben de baloncesto. En Europa los jugadores aprenden más, saben más y a la larga se nota. Los dos últimos números uno del draft son franceses. Los últimos MVP, europeos.

¿Cómo ve al Barça?

Me gusta el equipo, tiene mejor plantilla. El entrenador tiene que buscar un cinco que pueda jugar junto y a sus suplentes. Los fichajes de Anderson, Punter y Metu me gustan. Juan Núñez, también. No tiene tiro, tiene que mejorarlo… Y no sé si puede porque su forma de tirar es complicada de corregir. Ha tirado así desde pequeño. Pero su conocimiento del juego es muy bueno. Me gusta el equipo, pero necesitan tiempo para que las piezas encajen. Peñarroya tiene un gran trabajo delante.

¿Y a los fichajes? ¿Les ve preparados?

Anderson me encanta. Juega muy duro en defensa y contagia su energía, pero necesita jugar más. Metu es mejor de lo que estamos viendo ahora. Por eso creo que Peñarroya tiene que buscar sus grupos, que encajen bien. Fall es muy grande, pero necesita jugar con sus manos arriba. Y luego Punter que, en mi opinión, tiene que jugar mucho más. Es un poco más reservado, pero está muy contento aquí. Le gusta Barcelona. He hablado con él estos meses y le gustan el equipo y la ciudad. Está buscando su sitio, me gustaría verlo jugar más. Es un killer.

Reclama usted más minutos para todos… Y eso no puede ser.

Para mí en este baloncesto de hoy en día hay demasiadas rotaciones. Cuando un jugador coge el ritmo hay que dejarlo en la pista. No me gusta que los cambien tanto. Y no es algo del Barça o de Peñarroya, lo hacen todos.

Pero es que hay muchos partidos…

Da igual. En la NBA juegan los mismos y Doncic o Curry juegan muchos más minutos.

Pero la fase regular no es comparable a la Euroliga o la ACB…

¡Pero es que son profesionales! ¿Por qué en la NBA los mejores pueden jugar 35 minutos y aquí no? Es la mentalidad y la filosofía de los entrenadores de aquí. Hay muchos partidos, vale, pero en la NBA juegan lo mismo o más y las estrellas juegan la mayoría de los minutos. ¿Por qué aquí no? No lo sé, pero no me gusta.

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