Ataman: el mundo por montera y su hijo Sarp como entrenador asistente
Un entrenador que no deja indiferente a nadie y acumula enemigos pero que está ya entre los grandes del baloncesto europeo: hoy puede ser el décimo con el doblete Euroliga-Eurobasket.
Ergin Ataman (Estambul, 1966) juega hoy su propia final, la de los banquillos, en un equilibrio desigual. Alemania ha dado el relevo a Gordon Herbert, el entrenador que la hizo campeona del mundo en 2023, con un proyecto de perfil más bajo liderado por el español Alex Mumbrú, muy limitado en este Eurobasket por una pancreatitis aguda, pero que de ganar se convertiría en el primer técnico español en lograr el oro europeo: los cuatro de la Selección fueron con el italiano Sergio Scariolo. Sigue con el equipo, pero ha cedido el rol de actor principal a su ayudante, el serbio Alan Ibrahimagic. Con ellos, Alemania sigue funcionando como el bloque perfectamente engrasado que es: nueve de sus doce jugadores estaban en el Mundial 2023. Podrían ser once si las lesiones no hubieran dejado fuera a Mo Wagner, el hermano de Franz, y David Kramer, nuevo fichaje del Real Madrid.
Enfrente, con un estilo totalmente distinto, está Ataman. Un entrenador que se pone el mundo por montera, disfruta delante de los focos y aprovecha cualquier ocasión que tiene delante de un micrófono para jugar con los factores psicológicos de los partidos. En este Eurobasket ya ha criticado la FIBA, pidió respeto cuando les tocó jugar en octavos en el turno de mañana, y ha celebrado que su hijo Sarp, de 15 años (y una apasionado del baloncesto) esté cerca de su equipo de trabajo como ‘asistente voluntario’: “No es oficial porque tiene 15 años, pero ha estado con nosotros desde la preparación y nos ayuda con el scouting. Sabe mucho de baloncesto, nos ayuda a los jugadores y a mí…”.
Ataman no deja a nadie indiferente. Experto en crispar a los rivales, generalmente con un control retorcido de lo que dice y cómo lo dice. Pero es, no hay duda, uno de los grandes entrenadores del baloncesto europeo. Tiene tres títulos de la Euroliga (dos con el Efes y uno con el Panathinaikos, ganó una final al Barça y dos al Real Madrid) y ahora puede añadir el título de campeón de Europa de selecciones con una Turquía a la que dirige desde 2022 y con la que ya ha tenido problemas extravagantes. El Fenerbahçe, por ejemplo, no quería ceder a sus jugadores al equipo nacional por las afrentas pública de un seleccionador que es declarado aficionado del Galatasaray, que se vende como posible entrenador NBA y que enreda las palabras para decir que su Panathinaikos ganaría a Houston Rockets… si Alperen Sengun jugara en su bando.
Si Turquía gana, Ataman será el décimo entrenador que consigue los títulos de la Euroliga (antes Copa de Europa) y del Eurobasket. Algo que en este siglo solo han logrado Zeljko Obradovic, Svetislav Pesic y David Blatt, el último en firmar ese doblete (rematado con la Euroliga 2014). Antes lo habían firmado Bogdan Tanjevic, Dusan Ivkovic, Sandro Gamba, Alexander Gomelsky, Aleksandar Nikolic y Mirko Novosel.
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