A las puertas del oro
La Selección femenina Sub-16 no pudo ganar a Francia y consigue una nueva medalla para el baloncesto español. Octava medalla del verano.
España tiene un gran presente, pero un futuro envidiable. Este verano hemos podido disfrutar de nueve equipos en las categorías inferiores de la Selección. El balance difícilmente puede ser mejorable: 2 oros, 3 platas y 3 bronces, teniendo solamente un torneo donde no conseguimos medalla, el Europeo Sub-20 masculino. Hoy nuevamente no fue posible conseguir el oro, a pesar del gran inicio las chicas de Carlos Cantero no vencieron a Francia (63-67) y volvieron a hacer disfrutar a los aficionados españoles.
El partido fue un verdadero encuentro de dos mitades. La primera, con una España que anotaba con facilidad, sin oposición, para más tarde chocar contra el muro francés. El primer cuarto despertó las ilusiones con ventajas de 13 puntos, y un parcial final de 21-10. En el segundo cuarto, comenzaron a verse las dificultades para defender en zona a jugadoras más físicas y para generar jugadas en ataque. La renta inicial permitió al combinado español marcharse al descanso por encima (33-31). A la salida de vestuarios se vio un nuevo momento de lucidez en ataque, hasta que llegó el muro francés, pasando del 42-33 al 42-45. Solo anotaríamos cinco puntos más en ese cuarto. Por parte de las galas, Ainhoa Risacher dirigía un ataque sin fisuras por el perímetro. En la pintura Lilyana Fontcha, sin dificultad, iba anotando hasta los 15 puntos y 13 rebotes finales.
España notó la ausencia durante muchos minutos de Sara Okeke, máxima anotadora con 13 puntos, castigada con 2 faltas en el primer cuarto que impidió a la máxima anotadora en semifinales disputar más de 20 minutos. Un arsenal ofensivo suyo colocó a la Selección 60-58 a falta de tres minutos. Ahí se demostró la razón por la que no se pudo conseguir el oro, el acierto de triple. Si hasta ahora nuestra selección de tres, era de las mejores del torneo, España se quedó en 2 de 19 (10%), por el 3 de 12 (25%) francés. Pérdidas y malas decisiones de tiros provocaron que no se pudiera acabar el verano de la misma forma que aquel 2 de julio nuestra Sub-19 hizo con Francia como rival.
Este verano no ha podido superar al anterior, pero ha servido para clasificar a los próximos torneos Sub-17 (tanto masculino como femenino). España sigue siendo una potencia mundial y europea en baloncesto, solamente nos queda un torneo para seguir demostrándolo, el Mundial Absoluto,