Hlinason, la torre de Miribilla
El pívot islandés, una vieja aspiración del Bilbao Basket, formará un dúo de gigantes con Tsalmpouris en momentos de partidos. Feliz de reencontrarse con Ponsarnau.
Tryggvi Hlinason escapa del estereotipo de la frialdad nórdica. En realidad, el interminable pívot islandés lleva seis de sus 25 años en España y su personalidad se ha empapado de la cordialidad latina. Ha pasado por Valencia, Obradoiro y Zaragoza, aquí ha estado cuatro años. En el club aragonés coincidió con Ponsarnau y ese ha sido un factor fundamental para firmar por el Bilbao Basket. Querían que siguiera, pero finalmente se les escapó. “Estaba contento y tenía posibilidades de continuar, pero en este momento de mi carrera era importante dar otro paso y probar algo diferente”.
El Surne llevaba años siguiendo a Hlinason, según ha confesado el director deportivo, Rafa Pueyo. Peleará por el puesto de ‘cinco’ con Sacha Killeya-Jones Killeya-Jones, “él puede defender mejor a pívots que tiren de tres y yo, a otros del estilo de Tavares. Trataremos de usar ese equilibrio y nuestras diferentes virtudes para llegar más lejos”. Tsalmpouris actuará de ‘cuatro’ la mayoría de las veces, como De Ridder y Andersson. Es decir, Ponsarnau puede tener en cancha un 2.,15 y 2,16 al mismo tiempo, dos torres interminables. Para el nórdico estar cerca del técnico ilerdense es una motivación: “Tengo muchas ganas de jugar con él otra vez. Le conozco muy bien y me gusta cómo es como persona, su estilo de jugar y su estilo de vida. Sabe cómo soy y cómo puedo jugar y estamos los dos en la misma línea”, subrayó en la presentación en el Hotel Gran Bilbao.
El interior del Bilbao Basket se expresa con mucha soltura en castellano y celebra haber tenido en la ACB el magisterio de Vidorreta, Moncho Fernández, el propio Ponsarnau y Porfi Fisac. Su principal virtud la desarrolla cerca del aro, pero confía en “seguir creciendo en otros aspectos del juego”, tanto en ataque como en defensa, porque considera que tiene cualidades para hacerlo. Apenas conoce a nadie del equipo, solo las referencias tras enfrentarse a muchos de ellos y ve un grupo “compensado en todos los aspectos y con muchos jugadores que quieren, sobre todo, que el Bilbao Basket juegue mejor por encima de aspectos individuales”. Ha pisado Miribilla como visitante y anhela sentir ese calor como local, mientras elogia a la afición bilbaína y tilda el ambiente del pabellón como “nórdico” por el hecho de que si el equipo pierde, no hay reproches a los jugadores.
Pueyo destalló que el islandés se encuentra en clara progresión y llega a Bilbao “en un momento muy bueno”. “Esperamos que sea una pieza fundamental en ataque y en defensa. Va a ser eje de nuestra filosofía defensiva y en ataque tiene capacidad para anotar más lo que lo ha hecho hasta ahora en su carrera”, recalcó.